Una   investigación conjunta entre México y Argentina confirmó una nueva mecánica con la   cual el Cártel de Sinaloa traficacocaína, por lo menos desde hace dos años, del   sur al norte del continente: la diluye en otras sustancias o materiales con la   ayuda de especialistas en ingeniería química industrial que envía a   Sudamérica. 
 
 Autoridades federales confirmaron que esta línea de investigación   permitió el decomiso, a finales de abril pasado, de cocaína diluida en dos mil   litros de aceite dentro de transformadores eléctricos embarcados desde Buenos   Aires a Mérida. Hoy se sabe que la carga de droga alcanzaba un valor de 50   millones de dólares. 
 
  La utilidad de esconder la droga de   esta forma es simple: no sólo se oculta a los ojos del hombre o al olfato de   perros entrenados, sino que además es invisible a las revisiones primarias que   realizan los escáneres de rayos X y rayos gamma, instalados en la mayoría de las   aduanas portuarias.
 
 El pasado fin de semana las autoridades argentinas dieron a conocer   la detención de varios involucrados con este caso, entre ellos un químico mexicano   que a tiros y tomando como rehenes a su novia y a su suegra, enfrentó a los   elementos de la Gendarmería Nacional abocados a su captura. 
 
 Las investigaciones, que aún continúan   en curso en la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Secretaría de   Marina, arrojan que el Cártel de Sinaloa no sólo se ha limitado a comprar los   cargamentos de droga, sino que es el responsable de la financiación de toda la   operación y de proporcionar asistencia técnica desde la misma   elaboración. 
 
 Las   autoridades presumen que en los últimos años, y para tener un mayor control, el   cártel ha reclutado a ingenieros químicos industriales, o similares, con estudios   truncos con el objetivo de enviarlos a Sudamérica y trabajar enla preparación de   la droga. Con esto se evita la intromisión de otros especialistas ajenos a la   organización delictiva. 
 
 Aun no se conoce, pero no se descarta, si la organización criminal   puede estar incluso financiando la preparación inicial de los estudiantes en   Ingeniería Química o Industrial. 
 
 En México hay por lo menos 103 planteles o instituciones educativos   de nivel técnico y superior, públicas y privadas, que ofrecen carreras   relacionadas con Química. Tan solo en el corazón operativo del cártel, que   comprende los estados de Sinaloa, Sonora y Durango, hay una decena de reconocidos   planteles que ofrecen la carrera, entre ellos las tres universidades   estatales. 
 
 No hay   un número preciso, pero las autoridades presumen que serían varios los ingenieros   que el cártel habría enviado a Argentina, Ecuador y Venezuela, países con puertos   desde los cuales puede salir la mercancía con la cocaína   sembrada. 
 
 Se   desconoce desde cuando el Cártel de Sinaloaopera el caso descubierto, que por lo   menos habría llevado dos años de preparación.  
 
 OPERACIÓN DESCUBIERTA 
 
 En una indagatoria iniciada en 2012,   impulsada por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, titular del Juzgado de San   Isidro, Argentina, permitió desenmascarar la sofisticada operación de tráfico de   droga del Cártel de Sinaloa, detener a siete responsables entre ellos un ingeniero   mexicano y tres policías, y consumar el decomiso de la sustancia en Mérida,   Yucatán. 
 
 El   mexicano detenido es César Cornejo Miranda, "El Chacito", cuenta con estudios   truncos en ingeniería química industrial. Su detención se logró luego en un   tiroteo. 
 
 Por   medio de intervenciones telefónicas, agentes de la División Antinarcóticos de   Gendarmería descubrieron que el comisario de la Policía Federal argentina,   Fernando Mora, y dos cabos, estaban involucrados.  El seguimiento permitió   ubicar a Cornejo, y a Matías Fabuel, un empresario conectado al   cártel. 
 
 Documentos encontrados durante cateos previos revelaron que dos   transformadores modificados y cargados con cocaína diluida salieron el 17 de marzo   del puerto de Buenos Aires, pero aún se encontraban en un viaje de varias   escalas. 
 
 Vía   aérea la jueza Arroyo se trasladó a México y se coordinó con la Marina para abrir   los aparatos, que ya habían burlado los escáneres. El golpe fue doble, porque   además se descubrió en Buenos Aires otros tres transformadores serían "preparados"   de la misma forma. 
 
 Dos ya estaban modificados. La operación en conjunto dejaría   ganancias superiores a los 100 mdd para el   cártel.  | 
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