Tras su reclusión hace dos meses en el Centro Federal de Readaptación Social número 1 del Altiplano en Almoloya, Estado de México, la vida de Joaquín El Chapo Guzmán dista mucho de ser la que llevaba cuando estaba en libertad: ahora sólo tiene derecho a una hora de sol al día y permanece 23 en aislamiento.
Según La Jornada, que cita a funcionarios de la Comisión de Seguridad (CNS), el capo sólo puede dialogar con personas mientras se realiza el desahogo de las audiencias judiciales y los guardias que lo custodian tienen prohibido hablar con él.
Guzmán Loera está vigilado las 24 horas del día y no puede practicar actividades deportivas ni culturales dentro del penal. Incluso las visitas familiares deben ser autorizadas por jueces.
Los funcionarios revelaron al diario que estas condiciones en prisión se deben a una decisión judicial y su situación sólo podría cambiar si así lo ordenara un juez.
Indicaron que El Chapo permanece recluido en una celda de súper máxima seguridad. Supuestamente Guzmán Loera no ve a su esposa Emma Coronel y a sus dos hijas desde el día de su captura, el 22 de febrero pasado, reporta La Jornada.
El pasado 26 de marzo, el entonces titular de la CNS, Monte Alejandro Rubido, aseveró que el exlíder del Cártel de Sinaloa no escaparía de nuevo de prisión.
En esa ocasión precisó que Guzmán está internado en Almoloya, penal de alta seguridad, vigilado por el protocolo de vigilancia que establece el centro.
Mencionó que el comportamiento del narcotraficante, hasta esa fecha, había sido "tranquilo". |
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