Autoridades de Jalisco aún buscan al mando policial Ricardo Hernández Garduño, aunque las expectativas de encontrarlo con vida son escasas. Una posible venganza del crimen organizado es la línea de investigación más fuerte. Desconocido y sin apoyo en un municipio alejado de Guadalajara, el ex jefe de la Policía de Tijuana, se metió en el "epicentro" de la delincuencia en Jalisco, donde operan células del narcotráfico y ordeña de combustible.
Ricardo Hernández Garduño, de formación castrense y vinculado a las tareas de la seguridad pública en Baja California y Jalisco, se convirtió en estadística. Pasó a ser uno más de los miles de desaparecidos en el país. Primero se le dio por muerto y después, al no confirmarse su identidad en un cadáver, se le dio por no localizado, aunque las esperanzas de hallarlo vivo son muy reducidas. Dos semanas se cumplieron ya, desde que un grupo de sujetos armados lo privó de la libertad junto a una mujer muy joven, en el municipio de Tala, Jalisco. La muchacha fue liberada y fue la que dio aviso a las autoridades. El capitán 2º retirado del Ejército y ex director de la Policía de Tijuana se desempeñaba hasta esos días como director de la Policía de Ahualulco de Mercado.
De lo poco que se conoce de la declaración de la mujer, de nombre Natalia Lenarduzzi, se dijo que el levantón ocurrió el jueves 19 de junio de 2014, cuando ambos se encontraban en el municipio de Tala, avecindado con Ahualulco, poblaciones ubicadas en la región Valles de Jalisco. Ella recordó algunos parajes rurales por donde transitaron sus captores antes de dejarla libre.
Los datos iniciales llevaron a la Policía Estatal y al Ejército a montar un operativo en la zona reportada. El domingo 22, los convoyes de seguridad se toparon con un numeroso contingente de sospechosos. Se desató una balacera y persecución sin que se registraran personas lesionadas ni detenidas. El comando armado escapó. Durante las investigaciones, policías y militares encontraron un campamento donde minutos antes habían estado los criminales. Aún había una fogata encendida y los vestigios de la presencia del grupo en el lugar, ubicado entre los poblados de Cuisillos y Navajas, en el municipio de Tala.
En el sitio abandonado por los presuntos sicarios, al parecer pertenecientes al Cártel Jalisco Nueva Generación, se localizaron armas de fuego, cargadores vacíos para rifles AR-15 y AK-47, así como siete vehículos que cuentan con reporte de robo de los años 2013 y 2014. Además entre las brasas de la fogata había restos humanos que fueron levantados por personal forense.
Ese mismo domingo, personal policiaco hizo correr la versión de que los pedazos de hueso y carne quemada localizados en el campamento pertenecieron al director de la Policía de Ahualulco Ricardo Hernández Garduño. La noticia se publicó el lunes 23 en la mayoría de los medios de comunicación, aunque no ocupó un sitio destacado en la prensa local por tratarse de un hombre desconocido en Jalisco y de un municipio menor.
La noticia creció cuando los corresponsales replicaron la nota y se conoció en Baja California, donde Hernández Garduño ocupó un cargo directivo en Tijuana en años recientes. Ese mismo 23 de junio por la tarde, el comisionado de seguridad pública de Jalisco, Francisco Alejandro Solorio Aréchiga desmintió en entrevista que la muerte de Ricardo Hernández estuviese confirmada, pero sentenció que por los indicios localizados en la guarida de los narcos "posiblemente ahí pudo haber estado privado de la libertad y posiblemente lo hubiesen victimado".
El sábado 28 de junio se tuvo al menos una certeza: los restos localizados en el desmantelado refugio de los narcos si eran humanos, mas no del ex militar. El fiscal general de Jalisco, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco lo declaró ante los medios de comunicación. Las pruebas sobre el perfil genético de los pedazos de ser humano, cotejados por medio de pruebas de ADN con muestras aportadas por familiares directos del desaparecido, no resultaron positivas. Así al menos se descartó que se haya confirmado su muerte, aunque continúa sin ser localizado.
Se han intensificado el patrullaje y los operativos en esa región del territorio jalisciense sin resultados positivos hasta el momento. Por el contrario, en una comarca contigua, conocida como Sierra Occidental, asesinaron el jueves 26 de junio al subdirector de seguridad pública del municipio de Ayutla, Juan Ramón Ramírez Contreras.
El cadáver del segundo mando policial fue encontrado dentro de un vehículo en un campo de fútbol de la avenida del Parque y calle Morelos, en el municipio de Juchitlán. En un automotor de la marca Toyota, Camry, color arena, yacía el cuerpo de Ramírez Contreras con dos balazos. Un tiro le entró por la espalda y el otro en un glúteo.
Las líneas de investigación en torno al caso Hernández Garduño, dadas a conocer fueron:
1. Son avisos del crimen organizado al gobierno del estado. Supuestamente organizaciones criminales que trasiegan droga en las regiones involucradas están enviando un mensaje a los futuros policías de la Fuerza Única Regional para atemorizarlos con sus acciones. Ésta tuvo poca aceptación entre la comunidad.
2. Los jefes policiacos no pudieron ser cooptados por criminales. Las muertes de Ricardo Hernández Garduño -de Ahualulco de Mercado- y de Juan Ramón Ramírez -de Ayutla- se atribuyen al Cártel Jalisco Nueva Generación o Los Zetas, que operan en esos lugares y habrían intentado negociar su impunidad.
3. Cuentas pendientes cobradas desde Baja California (caso de Ricardo Hernández). No se descarta alguna venganza por el actuar del ex director de las policías de Ensenada y Tijuana durante el tiempo que militó en esas corporaciones por alguna afectación que pudo haber causado a organizaciones criminales de la frontera. Zona criminalLa Región Valles se localiza en el centro-oeste del estado de Jalisco y administrativamente la integran 14 municipios, entre ellos Ahualulco de Mercado y Tala, en los que desde hace algunos años operan el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas. Además del tráfico de mariguana, metanfetaminas y operación de narcolaboratorios, los sicarios se dedican al robo y tráfico de combustibles de PEMEX.
En las comunidades de los municipios de San Marcos, Ahualulco de Mercado, San Martín Hidalgo, Tala y Ameca, son visibles los sujetos que a bordo de triciclos venden bidones con gasolina robada. También se comercializa a bordo de camionetas tipo pick up.
A diferencia de la mayoría de los botines o productos obtenidos por el crimen organizado, el combustible no es malbaratado. Los criminales lo venden caro, aunque por debajo del precio oficial. En Acatlán de Juárez, Villa Corona, Cocula, Tecolotlán y Juchitlán, el litro de gasolina ilícita cuesta 10 pesos en las llamadas "cachimbas" o "cachichas" donde se comercia por igual combustible, droga o mujeres.
La tan anunciada Fuerza Única Regional, cuyo proyecto está detenido por la falta de aprobación de presupuesto y que empezaría a funcionar próximamente con el pago de los salarios de los gendarmes por parte de los municipios, tiene como objetivo que el estado absuelva la responsabilidad de la seguridad pública en las regiones donde existe la presencia del crimen organizado.
Los días siguen transcurriendo, entre nuevos hechos ilícitos que hacen olvidar los anteriores y las pocas apariciones de las autoridades para explicar lo que está sucediendo. El caso de Ricardo Hernández Garduño no es prioritario para los medios de comunicación locales, motivo por el que no se ha ejercido presión para que su desaparición sea aclarada y solo es cuando alguno de los principales funcionarios se hace presente por algún otro asunto, que entre la retahíla de cuestionamientos, se recuerdan algunas de las investigaciones pendientes.
Fiscalía continúa investigaciones de muertes de jefes policiales Las investigaciones en torno a los homicidios de los jefes policíacos de los municipios de Ahualulco de Mercado y Ayutla, no han avanzado pues todavía no se han detenido a los presuntos responsables. Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, titular de la Fiscalía General del Estado ( FGE), explicó que aún se está investigado y sigue siendo casos "abiertos". La muerte del subdirector de la policía municipal de Ayutla, Juan Ramón Ramírez Contreras, de 45 años, ocurrió presuntamente una semana después de que se había asegurado una pipa con combustible robado. El homicidio ocurrió el 25 de junio de 2014, en una unidad deportiva ubicada en avenida del Parque y la calle Morelos, en la colonia Centro del municipio de Juchitlán. Mientras que Alejandro Solorio Aréchiga, jefe de la policía estatal, explicó que se continúan con las indagatorias por la muerte del jefe de la policía de Ahualulco del Mercado, Ricardo Hernández Garduño. El mando fue "levantado" el 20 junio de 2014, y cuatro días después, fueron encontrados restos humanos, pero se determinó que no eran de él, a través de estudios forenses, por lo que sigue desaparecido. |
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