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- Imagenes de El "Chino antrax", se le acabo la vida de 'rey'
- Difunden que elementos de la Sedena fusilaron a 22 personas en el Edomex
- Crisis de niños es por culpa del narco en Honduras
- "Hice de todo pa que no mataran a mi hermano"
Imagenes de El "Chino antrax", se le acabo la vida de 'rey' Posted: 12 Jul 2014 10:32 AM PDT Amante de las armas, los viajes y losautos de lujo, José Rodrigo Aréchiga Gamboa, el 'Chino ántrax' presumía en sus redes sociales ser del círculo cercano de la familia Zambada. Esta semana Aréchiga Gamboa fue extraditado a Estados Unidos, donde negó los cargos de narcotrafico que se le imputan en una corte de San Diego, California. Al 'Chino Ántrax' se le señala también como líder del grupo de sicarios 'Los 'antrax', brazo armado del cártel de Sinaloa. Específicamente de la facción comandada por Ismael 'El Mayo Zambada'. La presunta cercanía con la familia de los Zambada le permitió a Aréchiga Gamboa llevar unestilo de vida excéntrico que presumía en las redes sociales que se le adjudican. Algunos reportes indican que llegó a ser el jefe de escoltas de 'El Vicentillo', quien es considerado uno de los 'narcojunior' más emblemáticos y que actualmente también se encuentra preso en Estados Unidos en un proceso penal por tráfico de drogas. Recientemente se le relacionó con Claudia Ochoa Félix, de quien se presumía ser era la sucesora del 'Chino antrax' al frente del grupo de sicarios, aunque ella posteriormente negó cualquier vínculo a través de una conferencia de prensa que ofreció en Culiacán, Sinaloa. |
Difunden que elementos de la Sedena fusilaron a 22 personas en el Edomex Posted: 12 Jul 2014 10:29 AM PDT Estado de México.- Las 22 personas asesinadas en Tlatlaya, Estado de México, el pasado 30 de junio, fueron fusiladas por elementos castrenses, de acuerdo con información publicada por la agencia estadunidense Associated Press (AP). El reportaje, firmado en San Pedro Limón, Tlatlaya, sugiere que los orificios y las manchas de sangre en la pared de la bodega no fueron producto de un enfrentamiento entre sicarios y militares, sino de una sanguinaria ejecución por parte de los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). "Las manchas de sangre y los orificios de bala en los muros de hormigón observados por periodistas de The Associated Press tres días después del tiroteo plantean interrogantes acerca de si todos los sospechosos murieron en el enfrentamiento o después de que terminara. La bodega en la que fueron encontrados muchos de los cadáveres. No tenía muchas evidencias de que el enfrentamiento fuera prolongado", se lee en el reportaje difundido en diarios estadunidenses. Un testigo anónimo entrevistado por los reporteros de AP dijo que oyó disparos y golpes durante casi dos horas la madrugada del 30 de junio. Después de que se silenciaron los disparos observó a los soldados merodeando en los cerros. No había indicios de un tiroteo intenso dentro del edificio, "pocos orificios de bala y ningún casquillo, pero sí había muchas evidencias de muertes", dice el reportaje. "El piso estaba manchado de sangre y se veían dispersas hojas de papel numeradas que los investigadores dejaron para marcar dónde se habían hallado los cadáveres, la mayoría cerca de las paredes". Los agujeros de bala en las paredes rodeados de sangre "dan la impresión de que las personas en el interior estaban de pie frente a la pared y fueron alcanzadas por uno o dos disparos a la altura del pecho". Hasta la fecha, la Sedena no ha proporcionado más detalles sobre el supuesto enfrentamiento en esa zona. Sin embargo, peritos del Estado de México explicaron a AP que los cuerpos hallados en la bodega eran de jóvenes de 16 a 24 años, originarios de Guerrero. La Sedena justificó la matanza en un escueto comunicado difundido la tarde del 30 de junio: "En el evento (sic) se liberaron a tres mujeres secuestradas y se decomisaron 38 armas". Los soldados, pertenecientes a la 22 Zona Militar, con sede en Santa María Rayón, en el Estado de México, patrullaban las calles de Tlatlaya cuando se encontraron con una bodega custodiada por hombres armados, quienes dispararon contra ellos. El saldo del tiroteo fue de 21 hombres y una mujer asesinada, y un soldado herido. Los militares confiscaron 25 armas largas, 16 de ellas eran fusiles AK-47, calibre 7.62x39mm, seis fusiles AR15, calibre 0.223, un fusil marcar Calico, y dos escopetas calibres 12 y 0.22. También reportó el aseguramiento de 13 armas cortas, cuatro de ellas calibre 9mm, tres calibre 0.45, tres calibre 0.38 súper, una calibre 0.22 y un revólver 0.38 especial, además de una granada de fragmentación, 112 cargadores y cartuchos de diversos calibres. De acuerdo con un reporte confidencial del Cisen, Tlatlaya es uno de los 54 municipios controlados por La Familia Michoacana, que mantiene una violenta disputa con Los Caballeros Templarios. La zona conocida por el cultivo de mariguana, se encuentra en la montaña cerca del estado de Guerrero, también disputada por la banda "Guerreros Unidos". La Procuraduría General de la República inició una averiguación previa relacionada con el enfrentamiento. |
Crisis de niños es por culpa del narco en Honduras Posted: 12 Jul 2014 10:25 AM PDT Honduras.- El efecto corrosivo del narcotráfico y la violencia desatada por el crimen organizado están detrás de la más grande oleada migratoria que jamás haya visto Honduras, sentenció el presidente hondureño. Juan Orlando Hernández, quien advirtió que se ha detectado a redes criminales detrás de la migración de miles de menores de edad a Estados Unidos vía México. "Cuando investigamos el fenómeno de la migración, particularmente de los niños, llegamos a los famosos coyotes que son parte de esta red de crimen organizado que está ligada también a los cárteles de la droga". Dijo en entrevista con MILENIO, en la que alertó que buena parte de la violencia que ha hecho de Honduras el país más peligroso del mundo está vinculada a las organizaciones del narco que buscan hacer de su territorio un punto de cruce de la cocaína que va de Sudamérica a Estados Unidos. Miles de niños hondureños están aún en ruta al norte y otros tantos en camino de ser deportados de vuelta al sur, muchos de ellos expulsados de San Pedro Sula, la ciudad más violenta del planeta y cuyas tasas de homicidio –130 por cada 100 mil habitantes en 2013—hacen palidecer a Ciudad Juárez en sus peores épocas. Un éxodo en el que Hernández no duda en ubicar buena parte del peso de la culpa en la violencia que han traído los cárteles mexicanos y colombianos. "Nunca antes en la historia Honduras había perdido tantas vidas y habíamos tenido este fenómeno de migración debido a la lucha contra las drogas", dijo. "Lo que ocurre es un fenómeno migratorio entre falta de oportunidades y problemas de inseguridad y todo esto tiene que ver con el paso de la droga por Honduras: el 80, 85 por ciento de la violencia (en el país) se origina del paso de la droga. No sólo son actos de violencia mínimos". La historia parecerá similar a muchos en México: un presidente arriba al poder después de elecciones particularmente duras y cuestionadas. Su gobierno inicia con una campaña frontal de combate al crimen organizado y la creación de nuevos cuerpos de seguridad. Urgido de aliados, el Ejecutivo hace del Ejército el puntal de sus políticas públicas y lanza una limpieza de las instituciones que desnuda alarmantes grados de corrupción y complicidades. La batalla contra los grupos delincuenciales se recrudece. Los muertos escalan mes a mes... Las similitudes no son coincidentes, de hecho, son intencionales. Hernández, un abogado de derecha con profundas raíces católicas, admite haber estudiado los casos de Colombia y México en el diseño de su ofensiva contra la delincuencia, cuya génesis puede resumirse con su principal promesa de campaña: "En cada esquina de Honduras debe haber un militar". La promesa, con todo lo que eso significa, va en proceso de cumplirse. Con una deuda externa cada vez más pesada que limita su capacidad de reacción y bajo fuertes presiones de Estados Unidos en distintos frentes, el gobierno hondureño ha echado mano de su Ejército para todo tipo de tareas, desplegándole hasta el punto de quiebre. Hoy militares encaran la explosiva mezcla de creciente inseguridad urbana. Enfrentan a las maras. Deben confrontar a los cárteles mexicanos y colombianos. Venden frijoles en las esquinas, para combatir la carestía. Administran hospitales públicos, ante el descrédito civil. Y por si fuera poco, atienden la crisis derivada del éxodo de miles de personas al norte: Unidades de élite que responden directamente al despacho presidencial han sido desplegadas en la frontera con Guatemala en la "Operación Rescate de Ángeles", diseñada para eliminar a las bandas de coyotes que cruzan personas de sur a norte. En entrevista con este diario, Hernández aborda las raíces detrás del que parece ser el más grande reto que haya enfrentado su joven administración. Habla desde su despacho presidencial en Tegucigalpa, una sala que en su geometría se parece a la oficina Oval de la Casa Blanca. Le llaman el Altar Q y aquí, en medio de libros de autosuperación, pinturas históricas, enciclopedias y una placa que le designa como el policía 0000, aventura: "Primero Dios, vamos a salir bien". --¿Qué papel están jugando los carteles mexicanos en la desestabilización de Honduras? Una vez que México empezó su lucha fuerte contra el narcotráfico y antes lo hizo Colombia, se produjo el fenómeno de que muchos de estos narcotraficantes migraron a Centroamérica. Porque el tema es cómo ellos mueven la droga de los países que la producen en el sur, hacia el gran consumidor, que es Estados Unidos. Y nosotros estamos en el medio, en el paso. Eso nos genera una ola delincuencial que nunca antes había tenido Centroamérica, Honduras de igual manera. Nunca habíamos perdido tantas vidas como en la década y media pasada. Estamos enfrentando el problema con todo lo que tenemos los hondureños, yo recientemente inicié mi periodo pero ese fue uno de mis compromisos. Y de igual forma debo hacer el llamado a los países productores y consumidores a asumir el principio de la responsabilidad compartida y diferenciada al mismo tiempo. Este no es un problema solamente de El Salvador, Guatemala, Honduras. Es un problema que se origina por la demanda de narcóticos de EU. --Es un gran negocio. Es un gran negocio. Y cuando investigamos el fenómeno de la migración, particularmente de los niños, llegamos a los famosos coyotes que son parte de esta red de crimen organizado que está ligada también a los cárteles de la droga. Recientemente tomé la decisión de clausurar la anterior oficina de migración para crear un nuevo instituto y nos dimos cuenta de que estaba permeado en la mayoría de sus agentes y policías de fronteras. Parte de lo que encontramos es cómo el crimen organizado se colude. Encontramos una persona que estaba tramitando 86 pasaportes de menores, entonces eso es crimen organizado. Estamos apresando a varios coyotes, están en la cárcel, miramos como tienen vínculos con otras personas de otros países. Este es un fenómeno trasnacional. --Dentro de este fenómeno internacional, hay un vínculo mexicano. Sobre todo porque las redes de 'coyotes' en México son muy fuertes. ¿Qué mano mexicana han detectado en esta crisis? Yo diría que eso está a lo largo de todo lo que es Mesoamérica. Pero el principal motivo es por qué se van a Estados Unidos, bien por busca de oportunidades, bien por la ola delincuencial o una mezcla de ambos. Por eso creo que este es un tema que tenemos que abordar todos. Hace poco en Panamá conversé con el canciller (José Antonio) Meade, y quedamos en que era oportuno una reunión entre nuestros cancilleres y cónsules en México. --¿Qué papel está jugando la violencia en esta emergencia social? ¿Es el pilar central de la migración masiva? Fundamentalmente lo es. La violencia genera reducción de oportunidades, en términos de ingresos, genera terror y temor. Y si los padres ya están en Estados Unidos, y dicen 'cómo voy a dejar a mi hijo allá, miro cómo lo traigo'. Lo que a veces no se valora es el enorme riesgo que los niños sufren al momento de ir en esa ruta. Hay muchos niños que se quedan esclavizados en Guatemala, en México, en Estados Unidos. A la mayoría de las muchachitas que van en camino, los coyotes les dan anticonceptivos porque abusan de ellas en el camino. No es justo someter a un hijo a eso. Si bien ya están regresando miles de niños deportados, finalmente las condiciones que los llevaron a migrar, a dejar el país, ahí siguen. No han cambiado. ¿No volverán a irse? Por eso aprovecho esta oportunidad para decirle al gobierno americano, al presidente Obama, al Congreso americano, a nuestros amigos mexicanos, nuestros amigos centroamericanos que el abordaje tiene que ser integral, tenemos que atender a los niños que están allá, pero el abordaje tiene que ser en su conjunto para atender la raíz del problema. Honduras está destinando cantidad de recursos en la lucha contra la delincuencia pero también en un programa agresivo de prevención, con iglesias, fundaciones, asociaciones juveniles pero nuestros recursos no son suficientes. Por lo tanto, el principio de responsabilidad compartida pero diferenciada obliga a los países que generan esta migración por causa de la violencia a acompañar a los países que estamos sufriendo esta tragedia. --¿Cómo puede ayudar México? México puede ayudar en cuanto a facilitar el apoyo de las acciones que tenemos en nuestros consulados, de igual manera tener una vigilancia sobre las redes de coyotes y del crimen organizado, como lo estamos haciendo acá. Nunca antes habíamos capturado tanta gente entre agentes de migración, estamos detrás de policías de fronteras, estamos ya capturando coyotes. En ese sentido, México en esta lucha por identificar a los cárteles de coyotes si lo podemos decir, a estos grupos del crimen organizado, sería de gran ayuda que estableciera controles cada cierto tiempo o espacio en la ruta del migrante. --Su gobierno promete encarar al crimen organizado con todo. ¿No le preocupa que le pase lo mismo que a México, con miles de muertos? Estudié yo el caso mexicano y el caso colombiano. Buscamos las lecciones aprendidas, pero hay algo aquí que fue igual en todos lados: siempre hay un nivel de reacción. Siempre. En el caso de Honduras el problema es que no tenemos el apoyo que tuvo México o Colombia de parte de Estados Unidos. Estamos en esa lucha de hacerles ver a ellos esa responsabilidad que tenemos. Pero los primeros pasos que hemos dado han sido en firme. |
"Hice de todo pa que no mataran a mi hermano" Posted: 12 Jul 2014 10:21 AM PDT Se hace llamar Francesca, es venezolana y los 10 años recientes ha estado presa. La acusaron de introducir heroína en su cuerpo. Más de 80 cápsulas tuvo que tragar para pagar la deuda adquirida por su hermano. Ella hace el recuento. Fue en 2005 cuando empezó su odisea. Dedicada a la educación de sus tres hijos, un día se acercaron hombres desconocidos para advertirle que su hermano sería asesinado. Adicto desde años atrás, había adquirido una deuda que el grupo delictivo se la cobraría con su vida. Entonces, Francesca negoció y así le indicaron que tenía que viajar a México para entregar droga. Pese a los riesgos que implicaba accedió y se puso en manos de la delincuencia, le prepararon la garganta y una a una tragó las cápsulas cargadas con la droga. Subió al avión y sin escala llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Ahí, antes de bajar los agentes migratorios y policías federales pidieron los pasaportes de los pasajeros. Cuando llegaron al asiento de la venezolana la invitaron a descender. "Ellos ya sabían que yo estaba cargada, que traía droga porque inmediatamente me separaron", recuerda. Francis, como también le dicen en el Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla, es baja de estatura, cabello crespo y desde hace dos años camina por los pasillos del penal acompañada de un niño. "Yo sabía de los riesgos, pero no quería que lo mataran, aunque al final le dieron varios balazos y consumaron la venganza", agrega. Tras ser detenida, Francesca pasó cinco días en el hospital. Fue un ir y venir porque no encontraban la droga. Al menos ocho radiografías tuvieron que tomar los especialistas para documentar que en su estómago estaba la heroína. Recuerda que los médicos querían hacer un lavado que ella rechazó, pues al salir de su país le advirtieron que eso le ocasionaría la muerte, así que bebió litros de agua hasta que expulsó las 80 cápsulas con droga. Su proceso penal duró apenas dos meses. Un juez federal le impuso 10 años de prisión, que a finales de 2014 compurgará. Lo hará para reunirse con el padre de su hijo que conoció un día de visita en la cárcel. "A mí me sentenciaron muy rápido, lo que me dijeron es que asumiera la responsabilidad. A final de cuentas yo traía la droga en mi estómago, entonces dije ¿cómo lo voy a negar si ahí está?", admite. Como Francesca hay 44 mujeres extranjeras recluidas en cárceles capitalinas, de ellas, siete cumplen sentencias por delitos contra la salud, la mayoría, por introducir estupefacientes al país. La Subsecretaría de Sistema Penitenciario del DF informa que 2 mil seis mujeres conforman la población total femenil, de las cuales 241 es por delitos contra la salud, muchas, por alquilar su cuerpo para meter droga a las cárceles vía vaginal. |
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