jueves, 2 de abril de 2015

MundoNarco.Com

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Así cazan a el narco más buscado, Un costoso y muy real juego del gato y el ratón

Posted: 01 Apr 2015 10:31 PM PDT

Una banqueta plegable, pequeñita, como para ir de acampada. Eso va en la parte exterior de todas las mochilas de las fuerzas especiales Jungla de la policía de Colombia.

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Que están en la base número 6, cerca de Necoclí, en la región de Urabá, en el noroeste del país. Hasta allí viajé para ver de primera mano el operativo para dar con Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, uno de los más buscados criminales de Colombia.

Comenzó hace algo más de un mes y participan de él unos 1.200 hombres. Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, es uno de los más buscados criminales de Colombia. "Eso es una herramienta fundamental".

Me dice enjuto uno de los oficiales a cargo cuando pregunto con cara de sorpresa y media sonrisa acerca de la banqueta. "En la selva no hay donde sentarse y estos muchachos pueden pasar muchas horas allí, esperando".

Esperando sentados. Una metáfora de la paciencia que es primera dama en este juego del gato y el ratón.

Otra: la larga fila de morrales siempre listos, alineados en la parte de fuera de la barraca de los comandos Jungla, como para que los hombres no pierdan un minuto cuando la espera se quiebre por la llegada una información, de algún dato, que pueda conducirlos a Otoniel.

Y otra más, el nombre de la operación: Agamenón.

"En griego antiguo significaba persistencia y decisión", explica el general Ricardo Restrepo, director de Antinarcóticos de la Policía y uno de los altos oficiales a cargo.

"Eso es lo que tenemos nosotros aquí".

Tres incursiones

La persistencia fue evidente mientras estuve en el caluroso y húmedo Urabá.

En una sola mañana realizaron tres incursiones en el terreno, quebrado, frondoso y falto de infraestructura.

Urabá es el hogar de Otoniel y de su clan, los Úsuga.

Primero fue un vuelo hacia un descampado para destruir una pista de aterrizaje clandestina y luego un allanamiento en una casa rural, en la parte alta de una colina, donde el helicóptero no pudo tocar tierra para dejarnos bajar y apenas se mantenía con un movimiento pendular, a metros de una arboleda.

Finalmente, una visita a la finca de uno de los lugartenientes de Otoniel, para buscar evidencia y tratar de recoger inteligencia. Cualquier información que sirva como pista para capturar a los miembros del clan.

La evidencia la buscaban los de la DIJIN, con sus chaquetas verde fluorescente, de la que no todos los agentes están convencidos por su pobre capacidad de camuflaje.

Son la policía que trabaja para la Fiscalía de Colombia en la recolección de pruebas para los casos judiciales.

Infiltraciones

La inteligencia, en tanto, está a cargo de la DIPOL.

Uno de sus agentes más experimentados habló con BBC Mundo bajo condición de que no se revelara su identidad.

Contó cómo uno de sus hombres terminó entrenando en el mismo gimnasio que la hermana de Otoniel, en la ciudad de Medellín, lo que les permitió indagar sobre las finanzas del grupo.

"Pudimos también obtener una persona muy cercana a ellos, que nos dijo cómo ellos estaban guardando la plata", contó.

Así lograron las capturas de más de 100 miembros del clan y la incautación de armas, granadas, toneladas de cocaína y dinero.

La casa de "El Indio"

En la finca requisada al final de la mañana se hizo evidente el dinero que maneja el clan, así como su contraste con la relativa pobreza de la zona.

Silencio: eso genera la mención de los Úsuga entre los locales.

"Yo conozco como dueño a don Eleazar, ese es mi patrón", me aseguró la mujer que decía ser la cocinera, mientras un hombre enmudecido no quitaba la vista de un televisor de LCD donde transmitían un partido de fútbol local.

La hacienda es enorme, con varias habitaciones y hasta un sauna, una idea poco atractiva con el calor y la humedad que ya de por sí otorga esta región.

En el gran terreno sobre el que se erige hay tres caballos, uno de ellos un pony que, de acuerdo con la policía, es un animal de raza que puede costar hasta 20 millones de pesos colombianos (más de US$7.000).

"Esta es de alias El Indio", me dice uno de los responsables de la operación. "Es el segundo cabecilla financiero de la organización".

"Está también huyendo, al igual que Otoniel. El gobierno ofrece por él hasta 550 millones de pesos, es decir hasta 250 mil dólares".

Según la policía, el hecho de que El Indio no pueda prácticamente estar en su finca tras haberse dado a la huida es prueba de que las autoridades tienen cercado al clan.

Lo mismo dicen de Otoniel.

Humo

Pero él conoce bien este terreno, se mueve sigiloso en la noche, evita usar medios electrónicos para comunicarse.

Como estrategia evasiva, los Úsuga también encienden fuegos para que el humo dificulte la visión desde los helicópteros y para cortar el acceso a ciertas zonas.

De acuerdo con la policía, esta técnica la aprendió Otoniel en su paso por la desaparecida guerrilla maoísta EPL, el Ejército Popular de Liberación.

Pero la estrategia fundamental es la colaboración de pobladores locales.

La clave son los llamados "puntos", que son personas ubicadas en lugares de buena visibilidad, generalmente en altura, que dan aviso cada vez que la policía se está acercando.

"A cada punto le pagan entre 200 y 400 dólares por mes", me dice uno de los oficiales.

Pero la policía colombiana también está invirtiendo fuerte en este operativo.

El general Restrepo estima que en los primeros 35 días ya habían gastado unos US$3 millones.

Un costoso y muy real juego del gato y el ratón.

'Narco' utiliza supercarretera para traficar

Posted: 01 Apr 2015 10:27 PM PDT

La Comisión Nacional de Seguridad (CNS), confirmó el aseguramiento de 238 kilogramos de marihuana que eran trasladados a través de la supercarretera Durango-Mazatlán.

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Es el primer decomiso de estupefacientes que ocurre, o al menos que se hace público, en dicha vía de comunicación. Pero ese no fue el único aseguramiento de droga lista para venderse que se logró en las horas recientes.

La Policía Estatal Preventiva hizo lo propio en Santiago Papasquiaro al decomisar 170 kilogramos de la misma droga. En los dos casos ya estaba empaquetada. En un comunicado oficial, la CNC relató que fueron elementos de la Policía Federal.

Los que detectaron un vehículo a un costado de la supercarretera, aparentemente accidentado. Primero, al verificar su número de serie, descubrieron que tenía reporte de robo desde 2012, en un atraco ocurrido en el vecino estado de Sinaloa.

Al revisar su interior, localizaron 23 paquetes de marihuana ya empaquetada, que sumaron los 238 kilogramos. No hubo detenidos.

En el caso de la Policía Estatal Acreditable, logró el decomiso en un "narcocampamento" del municipio de Santiago Papasquiaro, localizado gracias a una denuncia anónima.

Aunque no localizaron a los delincuentes, si encontraron 39 paquetes con 170 kilogramos de la droga.

Ejecutan a dos en Ixcaputzalco que habían sido levantados

Posted: 01 Apr 2015 10:23 PM PDT

Iguala, Gro., abril 1 de 2015.- Sobre el camino de terracería que conduce a la comunidad de Cerro Grande, municipio de Ixcapuzalco.

Guerrero

Hallaron los cuerpos de dos hombres ejecutados que habían sido levantados; al parecer vendían chivos. Los dos cuerpos presentaban el tiro de gracia en la cabeza, uno cerca del ojo derecho y el otro en el izquierdo.

El hallazgo ocurrió el martes a las 7:30 de la mañana por elementos del Ejército Mexicano, Fuerza Estatal y de la Policía Federal. Uno de los cuerpos fue identificado como Gilberto Abarca "N", de 33 años, originario de la comunidad de Yahualtengo.

El cual presentaba un impacto de arma de fuego calibre 9 milímetros en la cabeza, a la altura del ojo izquierdo.

El segundo fue identificado como Pedro Ocampo Martínez, de aproximadamente de 63 años de edad, originario de Zacatlán del Río, mismo que presentaba un impacto de arma de fuego calibre 38 Súper en la cabeza, a la altura del ojo derecho.

Se supo que un comando armado los había levantado días antes, sin que se conozca el punto exacto del plagio, solo se ventiló en el lugar del hallazgo que se los habían llevado de manera forzada cuando regresaban de vender chivos en el municipio de Zacualpan, Estado de México.

Un perito y un médico legista realizaron las primeras diligencias y después, los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense de Iguala, donde les practicarían la necropsia de ley. 

Consignan a sicario de "Los caballeros templarios" que transportaba arsenal

Posted: 01 Apr 2015 10:18 PM PDT

La Procuraduría General de la República consignó ante un juez federal a Jesús Sosa Madrigal, de quien se presume es sicario del grupo criminal "Los caballeros templarios".

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Y que fue detenido en Cholula, Puebla, en poder de un arsenal, del que destacan granadas de mano, aditamentos para lanzagranadas, silenciadores y armas de fuego. Funcionarios federales revelaron que el sospechoso fue ubicado por elementos de la Policía Municipal de San Pedro Cholula.

Luego de que éstos recibieron una denuncia de que en un centro comercial había una persona armada. Sosa Madrigal es originario de Michoacán. Se encontraba a bordo de una camioneta con placas del estado de Morelos, cuando los uniformados recibieron la denuncia.

Los reportes señalaban que el supuesto sicario se localizaba en el estacionamiento del centro comercial La Gran Bodega, ubicado en la avenida 12 Poniente, entre las calles 13 y 15 Norte.

Los policías locales ubicaron el vehículo sobre la calzada Guadalupe y procedieron a indicarle al conductor que descendiera de la unidad.

Al practicarle una revisión, le encontraron una pistola Colt caballito, calibre .38 súper, con cargador abastecido con nueve cartuchos útiles y en el interior de la camioneta se descubrió armamento, droga y otros objetos.

El hallazgo propició que los uniformados solicitaran el apoyo de las fuerzas federales, pues en la camioneta había lo siguiente: una pistola calibre .38 súper Colt Government; una escopeta hechiza recortada, de repetición, sin calibre específico; un arma larga Colt tipo Sporter Lightweight, calibre 223; un arma larga AK-47 (Cuerno de Chivo) calibre 7.62, y un arma larga AK-47 calibre 7.62x39mm., con portafusil.

Asimismo, encontraron un aditamento para lanzagranadas calibre 40mm., marca Colt; un envoltorio esférico en papel aluminio y nylon que contenía una granada de mano; una granada de mano, con cinta de aislar.

Llevaba también 8 cargadores y 137 cartuchos útiles calibre 223; así como 2 cargadores calibre 5.56 mm., y dos cartuchos útiles calibre 223; un cargador  Colt Súper 38 auto y 9 cartuchos útiles calibre 38 súper; 11 cargadores y 208 cartuchos útiles calibre 7.62X39mm, y un cargador USA Magazine envuelto en papel aluminio y nylon.

De igual manera se encontró un tubo negro de 34 cm de largo y 5.5 cm de diámetro, con las características similares a las de un silenciador; una bolsa de plástico con dos cartuchos útiles calibre .38 súper; 8 cartuchos útiles calibre 7.62X39 y un cartucho calibre 7.62X51; un envoltorio de plástico transparente con 17 gramos 200 miligramos de clorhidrato de metanfetamina; tres chalecos antibalas con dos placas cada uno y un chaleco antibalas negro sin placas, además un radio Motorola; unas esposas con llave y cuatro teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos.

También traía consigo chamarras similares a las que utilizan los agentes federales.

El detenido fue consignado por el Ministerio Público de la Federación ante un juez federal, por su probable responsabilidad en los delitos violación a la Ley Federal de Armas de Fuego, delitos contra la salud y los que resulten.

Ejecutan a balazos a hombre enfrente de su casa

Posted: 01 Apr 2015 10:13 PM PDT

Meoqui.-  Un joven de 24 años de edad fue ejecutado de varios impactos de arma de fuego al exterior de su domicilio en la colonia Tierra y Libertad.

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Lo que generó pánico y zozobra de los que por el lugar transitaban, a su vez, la movilización de varias unidades de emergencia. El hecho se registró pasadas las 12 del mediodía de ayer martes, cuando al sistema de emergencias alertó sobre detonaciones de arma de fuego en la calle 14 y Pedro Meoqui en la colonia Tierra y Libertad.

Se aproximaron unidades de Seguridad Pública Municipal para corroborar el hecho, encontrando una persona de aspecto joven tirada en el pavimento y con varios impactos de arma de fuego, por lo que se procedió al acordonamiento de la escena.


Como Juan Carlos Landín Díaz, de 24 años de edad, fue identificado el sujeto que vestía pantalón color negro marca Dickies y playera color guinda, quien contaba con varios reportes delictivos en Seguridad Pública por delitos como el de robo.

A la escena del hallazgo se dieron cita peritos para el levantamiento de las evidencias, haciéndose cargo de la escena para posteriormente levantar el cuerpo y trasladarlo a donde se realizaría la necropsia de ley.

Rafaguean a dos mujeres de origen asiático en el Centro Histórico

Posted: 01 Apr 2015 10:09 PM PDT

CIUDAD DE MÉXICO, 01 de abril.- Una mujer murió y otra más resultó lesionada al ser atacadas con arma de fuego en calles de la colonia Centro.

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De acuerdo con los reportes, las victimas de origen asíatico caminaban por las calles República de Brasil y República de Nicaragua, cerca de laparroquia de Santa Catarina, cuando fueron interceptadas por dos sujetos que les dispararon.

Al lugar arribaron paramédicos del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) quienes trasladaron a una de las mujeres a un hospital cercano, en tanto se espera la presencia de los peritos para que realicen el levantamiento de la otra persona. 

Fotografías del enfrentamiento de sicarios en carr. Matamoros-RíoBravo

Posted: 01 Apr 2015 10:04 PM PDT

Reportes en las  cerca de las 07:20 hrs. (local) situaron un fuerte enfrentamiento entre sicarios de los Metros vs Ciclonesen la  de Ejido Cárdenas.
 
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En la  Libre en las brechas del empalme Matamoros-Río Bravo al igual que el empalme de Ejido Ensenada en Valle Hermoso alertando una ZR en la zona deTamaulipas. En el lugar fue reportado al C-4 llegando poco después el personal de las Fuerzas Armadas.
 
Así como agentes Ministeriales y la de Semefo, quienes realizaron la recolección de evidencias, y procedieron al levantamiento de por lo menos 2 cuerpos que habían quedado en el lugar, cerca de una  doble cabina de batea, en el cual quedaron los infortunados muertos. 
 
Hasta el momento ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto, ni se ha dado a conocer más información y se desconoce la identidad de los mismos y a que cártel de la zona pertenecían.

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Mueren 25 sicarios en balaceras de Camargo en #FronteraChica

Posted: 01 Apr 2015 09:50 PM PDT

El pasado jueves 26 de marzo, horas después de que fuerzas del Ejército decomisaron seis toneladas de mariguana que se encontraban enterrada en fosas clandestinas.
 
DescargaEn diversos puntos de la Frontera Chica, se suscitaron una serie de enfrentamientosen toda la región, particularmente en el municipio de Camargo, Tamaulipas; donde habrían perdido la vida al menos 25 personas, según confirmaron a la agencia Apro fuentes del gobierno estatal.
 
Este último incidente del que hasta ahora no se ha informado nada, se registró en una galera del Ejido Nuevo Cadillo. La Octava Zona Militar únicamente se limitó a reportar la detención de presuntos sicarios y del aseguramiento de un arsenal, droga, dinero y camionetas blindadas.
El pasado 25 de marzo la delegación estatal de la Procuraduría General de la República inició cinco averiguaciones previas por el aseguramiento de más de seis toneladas de mariguana en los municipios de Miguel Alemán, Camargo, Mier, y Gustavo Díaz Ordaz.
 
Uno de los aseguramientos ocurrió en la ribera del Río Bravo, en el poblado Los Guerra. Uno más en tres fosas clandestina ubicadas en las inmediaciones del Ejido Camargo. El resto de la droga fue hallada en la orilla del Río Bravo, en  Mier, y en el Ejido Miguel Hidalgo del municipio de la Ciudad de Gustavo Díaz Ordaz.
 
Casual o no, horas después de tales aseguramientos comenzaron una serie de enfrentamientos en Miguel Alemán, Camargo y Ciudad Mier, según confió a esta agencia una fuente de la Procuraduría General de Justicia estatal que solicitó el anonimato.
 
Según dicha persona, el pasado jueves el jefe de la plaza de Camargo, el comandante 'Beto', del Cartel del Golfo, quien sustituyó al comandante 'Panochitas' detenido por la DEA en octubre del 2014, convocó a una reunión a sus sicarios y halcones en el ejido Nuevo Cadillo.
 
Desde que llegó a Camargo, el comandante 'Beto' comenzó a imponer su autoridad de manera sangrienta; incluso, comenzó a matar a sus escoltas, sicarios y halcones que no cumplían sus órdenes, agregó la fuente.
 
Mencionó que la tarde del pasado jueves acudieron a una galera del Ejido "El Cadillo", unos 27 sicarios y halcones en la que el comandante 'Beto' les informó que habría cambios en la organización que controla la plaza.
 
"Cuando estaban todos reunidos arribaron seis trocas blindadas y los acribillaron. Una mujer quedó herida y horas después se la llevó el ejército del municipio de Camargo", dijo la fuente.
 
Ayer la Procuraduría General de la República (PGR) difundió tres comunicados. En el primero reportó que "elementos del Ejército Mexicano aseguraron en las inmediaciones del ejido Nuevo Cadillo, municipio de Camargo, Tamaulipas, 23 armas largas, tres granadas, 6 mil 513 cartuchos y 295 cargadores, ambos de diversos calibres, así como 11 paquetes con marihuana, con un peso bruto de 97 kilos."
 
"Lo anterior fue localizado en un tinaco enterrado en el lugar mencionado", precisó un comunicado de la delegación Tamaulipas de la PGR.
 
En el segundo comunicado, se reportó el aseguramiento de diez armas largas, 28 granadas, un lanza cohetes y otros artefactos altamente lesivos.
 
"Al realizar patrullajes terrestres en Ciudad Camargo, Tamaulipas, elementos del Ejército Mexicano, en apoyo a la estructura de Seguridad Pública, localizaron una camioneta Ford Lobo, Raptor, doble cabina, con placas del estado de Tamaulipas, en aparente abandono", precisó el texto oficial.
 
"Al revisarla se dieron cuenta que contaba con blindaje artesanal y en su interior se encontraban siete fusiles de asalto calibre 7.62 x 39 milímetros, dos fusiles calibre 5.56 x 45 milímetros, un fusil calibre 50 milímetros, 14 granadas de fragmentación tipo ovoide, 14 granadas calibre 40 milímetros, un lanzagranadas calibre 40 milímetros, un lanzacohetes abastecido con un cohete calibre 85 milímetros y ocho cohetes calibre 85 milímetros".
 
Además, decomisaron nueve cargas propulsoras para cohete calibre 85 milímetros, y más de seis mil 500 cartuchos útiles para diversos calibres.

En el tercer comunicado, la delegación estatal de la PGR reportó la detención de "once individuos, como probables responsables de Violación a la ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y los que resulten".

Estas personas, dice, fueron puestas a disposición del Fiscal de la Federación por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en Reynosa, Tamaulipas".
 
Prosigue el comunicado:
 
"El parte informativo del personal militar notificó que al hacer reconocimientos terrestres sobre la carretera Reynosa-Nuevo Laredo, escucharon disparos de armas de fuego, ubicando la procedencia de los mismos. Al dirigirse al poblado Puertecitos, municipio de Camargo, Tamaulipas, los elementos del ejército observaron a dos vehículos en movimiento -en el mismo sentido que ellos-, desde dónde civiles armados sostenían un enfrentamiento con personas que se encontraban en una galera".
 
Una vez que los militares llegaron a la galera, observaron que varias personas corrían en diferentes direcciones, internándose entre la vegetación del lugar, parcelas y casas habitación, portando armas largas, por lo que implementaron un dispositivo de seguridad para detenerlos.
 
Tras que cesó el fuego, los militares detuvieron a once personas, algunas de ellas heridas, las cuales fueron trasladadas para recibir atención médica. Pero la Octava Zona Militar no informó sobre la masacre que anteriormente perpetraron los sicarios del Cartel del Golfo, quienes quedaron detenidos.

Detienen a líder “Zeta” en Tamaulipas

Posted: 01 Apr 2015 09:45 PM PDT

REYNOSA.- Un presunto integrante de un grupo criminal que opera en Ciudad Victoria, fue capturado por la Policía de Tamaulipas.

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Por una denuncia de extorsión interpuesta por productores, compradores y vendedores de naranja de la región de Santa Engracia. El Grupo de Coordinación Tamaulipas, informó que la captura la ejecutaron elementos de la Coordinación Estatal Antisecuestros.

Que fueron amenazados de muerte por el detenido identificado como Jesús Arnoldo "N". La captura se logró la tarde del martes 31 de marzo en terrenos del ejido El Rusio, municipio de Güémez.

El presunto delincuente fue sorprendido en actitud sospechosa a bordo de un vehículo Nissan Sentra, de cuyo interior se aseguraron 15 poncha-llantas metálicos, dos cargadores para armas largas, 16 cartuchos de diferentes calibres y un teléfono celular.

Al momento de su detención, Jesús Arnoldo encaró a los agentes de la Coordinación Estatal Antisecuestros y los amenazó con matarlos argumentando pertenecer a un grupo delincuencial que opera en la región, para el cual cobraba cuotas a los productores citrícolas.

En esta actividad ilícita contaba con el apoyo de Benito "N", detenido el pasado 6 de marzo y puesto a disposición del Ministerio Público del Estado.

Caro Quintero el narco de narcos "Somos pura gente que ayudamos a México"

Posted: 01 Apr 2015 09:30 PM PDT

"Los campesinos son pura gente noble, como lo soy yo y mis compañeros y el señor Ernesto [Fonseca] y como toda su gente.

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Somos pura gente que ayudamos a México, o sea que hacemos escuelas, que ponemos clínicas, que metemos luz a los ranchos, agua potable. Lo que no hace el gobierno lo hacemos nosotros. No lo hacemos con ningún fin de obtener algo por eso.

Ni porque nos tome en cuenta todo el mundo. Nada más porque nos sentimos bien con nosotros mismos". Rafael Caro Quintero en declaraciones con reporteros. Amor, narcotráfico y muchos Grand Marquis

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Rafael Caro Quintero, jornalero agrícola que se abre paso a golpes de audacia y de una superación en tiempos del narcotráfico cuando grandes narcos enviaban grandes cantidades de mariguana y cocaína a Estados Unidos.

Según datos de la Procuraduría General de la República, Caro, sinaloense, termina el segundo año de primaria y se dedica a las tareas agrícolas. A los 18 años abandona La Noria, su pueblo, y en Culiacán maneja un camión que transporta pastura. Pronto se ocupa de la siembra de mariguana y vende al menudeo los 200 o 300 kilos que cosecha. A los 24 años su ascenso es, por decirlo clásicamente, irresistible, y en Caborca, Sonora, siembra cinco o seis toneladas al año.

Al ampliarse sus relaciones en México y en Estados Unidos, conoce a dos grandes capos: Ernesto Fonseca Carrillo y Juan José Esparragoza, y se asocia con ellos en una cosecha importante en La Ciénaga, Sonora. En 1983, Caro soborna a comandantes de la Policía Judicial Federal, que se comprometen a no destruirle los plantíos y no hacer fumigaciones aéreas. En 1984, a través de su hermano José Luis, y para una operación en donde intervienen figuras mayores del narco, compra en Chihuahua los ranchos El Búfalo, El Vaquero y Pocitos, y para la siembra contrata a miles de hombres (aquí las cifras varían, de 30 mil a 10 mil peones mariguaneros).

Caro, figura de la sociedad marginal. Él es socio en hoteles y agencias automotrices de burgueses de Jalisco; a él sus ganancias le permiten actos de relaciones públicas como el mítico obsequio de 300 automóviles Grand Marquis a "clientes y favorecedores" en la prensa, la judicatura y la policía.

Y él, también, le infunde un "toque humano" a la imagen corporativa: en una discoteca de Guadalajara conoce a Sara Cosío, sobrina del político Guillermo Cosío Vidaurri, entonces presidente del PRI en el D.F. Hasta allí lo comprobable. Acto seguido, la minuciosa combinación de hechos, factoides y meras alucinaciones.

Caro se enamora furiosamente, hace a un lado al novio oficial de Sara, la solicita formalmente en matrimonio, la "rapta" en noviembre de 1984 llevándosela a Sonora. Y en Navidad la devuelve a su casa. Item más: Caro le hace cuantiosos regalos a la familia (la familia asegura que esto es falso) y —aquí da igual si se trata de una invención o de las excentricidades del narcopoder— el 14 de febrero de 1985, una semana después del secuestro de Camarena, manda quemar cinco automóviles Grand Marquis frente a la residencia de los Cosío. Si para él los autos son lo más valioso, su llamarada será, extenuando la metáfora, un homenaje ígneo a la pasión.

Hay correspondencia (verdadera o apócrifa, quién lo sabrá jamás) de Sara a Rafael, que en 1985 se publica con profusión. En una carta autógrafa, Sara se confiesa:

Rafael:

Aunque todo haya sido tan alocadamente, tú te portaste muy bien y la verdad eres bien bueno, nada más que quieres hacerte el malo, pero me trataste con mucho respeto y cariño. Por eso vas a ver que no pienso quedarte mal y quiero que te portes bien y te cuidos mucho, eh.

De todas maneras gracias y nunca lo vamos a olvidar.

Sara

El romance continúa y al reconstruirlo la nota roja, jamás caracterizada por distinciones entre lo privado y lo público, se da vuelo elaborando escenas. Obligado a huir, Caro Quintero le envía a Sara un recado: "Te vienes conmigo porque así lo quiero". Y se produce la denuncia del padre de Sara, César Octavio Cosío Vidaurri:

Hoy, en la madrugada del 7 de marzo, a las 3:30 horas fueron raptadas mi hija, Sara Cristina Cosío Martínez, y su amiga Patricia Menier, por pistoleros de Rafael Caro Quintero. El hecho ocurrió cuando mi esposa Cristina, mi hijo César y las víctimas venían de cenar y de bailar en una discoteca. Cuando estaban a punto de llegar a la casa de Patricia, se les cerraron dos carros Gran Marquis, uno gris y otro blanco, y bajaron ocho individuos armados con metralletas R-15 y "cuernos de chivo". Obligaron a mi hijo a parar el carro y por la fuerza subieron a las jovencitas a sus autos. Horas después, cerca de las cinco de la mañana, Patricia fue dejada en libertada.

Caro y Sara viajan a San José, Costa Rica, en un jet propiedad de los hermanos Cordero Stauffer, de las Mejores Familias de Guadalajara. Allí, en las afueras de San José, comparada en 800 mil dólares al contado, los aguarda una finca con piscina, jacuzzi, casa de huéspedes, cabañas. No es difícil ubicarlos: Sara Cosío le llama a su familia con frecuencia.

El 4 de abril, comandos antiterroristas y agentes de la DEA allanan la finca, arrestan a los guardaespaldas y entran a la recámara de Sara Caro. La escena es, por supuesto, cinematográfica. Ella le dice al agente de la DEA: "Estoy secuestrada". Él le pregunta, señalando al detenido: "¿Quién es, querida?". Ella, con voz débil, responde: "Rafael Caro Quintero". El aullido es lacónico: "Puta".

A Caro en México se le recibe con desmesura: he aquí a uno de los seres más peligrosos concebibles. En la madrugada la televisión transmite la llegada del grupo a la Procuraduría General de la República, el convoy de patrullas rumbo a las oficinas de la Interpol en la colonia Guerrero. Lo que no se transmite también es interesante: con alborozo, grupos de jóvenes gritan: "¡Caro, denuncia a los corruptos! ¡Caro, a desenmascarar! ¡Nombres, Caro, nombres!".

Sin ser un bandido social, el narcotraficante obtiene ese tratamiento y consigue un crédito legendario: por lo menos veinte corridos (grabados) celebran su anti-hazaña. En los reclusorios, Caro le inspira comprensible devoción a sus custodios (al grado de que, cuando lo cambian de reclusorio, sesenta celadores solicitan acompañarlo), su celda se amplía, hay fiestas a la usanza sinaloense, el palenque que se construye es igualito al de la película El gallo de oro. Luego, Caro Quintero recibe una sentencia de 122 años de prisión que después cambiaría con los años.

La telenovela de Caro y Sarita, como muy pronto se le dice, entretiene y casi logra que se olvide el relato terrible de Camarena y el desafío del narco al Estado mexicano.....

Búfalo, Chihuahua,.– En la papelería de la familia Carrejo, en el centro de la ciudad de Jiménez, Chihuahua, aún recuerdan los tiempos en que Caro Quintero era el 'narco de narcos'. Lo recuerdan porque la calle que cruza frente al local estaba recién pavimentada, la tienda de ropa 'La Sensación' daba empleo a unas veinte personas, y la Papelería Carrejo nunca estuvo como hoy, habitada solo por la propietaria y un par de moscas.


Lo mismo recuerda Jorge, el dueño de la Barbacoa González. Y Ernesto, el de la carnicería dos locales más adelante.

Fue esta ciudad de 38 mil habitantes la que dio de comer y de vestir a los 7 mil obreros de Rafael Caro Quintero forzados a trabajar en un rancho que como mínimo medía mil hectáreas.

Erróneamente llamado Rancho Búfalo, este extenso terreno donde ahora se siembra chile jalapeño, cebolla y nuez, jamás tuvo nombre. El Búfalo es el nombre del pequeño poblado sin pavimentar, de apenas unas 80 casas viejas, que está unos 20 kilómetros antes de encontrarse con la gigantesca planicie.

Este pueblo, de unos 300 habitantes, está a unas cuatro horas al sur de la ciudad capital de Chihuahua, entre las ciudades de Camargo y Jiménez. Para llegar aquí hay que recorrer una carretera paradisiaca bordeada por álamos y nogales, protegida por un cielo abierto, y tras unos quince minutos de camino, la carretera termina en el muro del Bar Búfalo Bill, una antigua cantina al estilo del Viejo Oeste, señal de que se ha llegado a Búfalo, Chihuahua.

Tras las últimas casas de adobe del poblado, se extiende el campo entre los senderos de terracería. Hay que recorrer unos veinte minutos cruzando un ancho río y dando izquierdas y derechas que solo un local puede adivinar, para llegar a uno de los dos ranchos que fueron propiedad del 'narco de narcos' Rafael Caro Quintero.

La entrada, antes usada a manera de fachada, es una serie de pequeñas construcciones, ahora habitadas por una familia de ejidatarios de Búfalo. En otros tiempos eran utilizadas por los más de 7 mil empleados del narcotraficante dedicados a sembrar, cortar y empaquetar las miles de toneladas que se producían en su otro rancho, El Álamo, perdido unos kilómetros más al norte.

Si uno sube a la punta de la vieja cisterna de agua que provee del servicio a estas construcciones, se da cuenta que mil hectáreas, más que un número con muchos ceros, son unas montañas al fondo, difuminadas por su lejanía. Allá termina "el famoso rancho". El rancho empaquetador de Caro Quintero.

Foto: Luis Chaparro y Jesús Salas,
Que colectaban manzanas, decían. Foto: Luis Chaparro y Jesús Salas,

EL RANCHO DE MANZANAS

Cuentan los jimenenses que todos los días bajaban camiones desde esas montañas para abastecerse de carne, tortillas y ropa para los trabajadores que "colectaban manzanas".

Jorge González es un hombre de algunos 45 años, de cuerpo grande y dueño del local de barbacoa que lleva su apellido, establecido por su padre en 1951. Lo que más recuerda de aquel entonces es la cantidad de carne que pedía la gente de Caro Quintero: "Todos los días bajaban, cargaban de aquí unas cinco cajas de carne, y de otras dos o tres tiendas más, lo mismo. Cerrábamos temprano porque sacábamos lo del día en unas horas".

El local que heredó Jorge es de apenas unos cuatro metros cuadrados más una pequeña cocina. Aún conserva la fachada histórica afrancesada. Pero a pesar de su pequeñez, es la barbacoa más consumida en Jiménez.

"Llegaban a las tortillerías y compraban todo lo que tenían. En los abarrotes también arrasaban con todo, igual en las tiendas de botas y cintos. Los vaciaban, les compraban todo. Entonces los vendedores tenían que resurtir otra vez", dice emocionado, como viendo el tiempo regresar.

"Era mucho el dinero que dejaron en Jiménez", se repite mientras corta la barbacoa en automático, sin mirarla.

Sembraban, cosechaban, empacaban y transportaban toneladas de mariguana. Foto: Luis Chaparro y Jesús Salas

LOS COMPADRES

Ahora está libre. Foto: Archivo

Hace 29 años, en estas mil hectáreas vendidas a Caro Quintero por hombres de apellido Muriel y Monarrez, comenzó el final de la vida de un hombre y de la carrera de otro.

El primero era Enrique 'Kiki' Camarena, un agente estadounidense de la Agencia Antidrogas (DEA) que, a la vez que descubrió este rancho, encontró su muerte. El segundo era Rafael Caro Quintero, dueño de estas tierras que hasta el frío noviembre de 1984 olían a la fresca mata de la marihuana, y acabó su carrera cuando mandó matar al primero.

Cuando se está en estas tierras, bajo el amplio cielo, entre el olor del pasto húmedo y un silencio que suena verde, es difícil creer que sea este el epicentro de 10 mil toneladas de marihuana, 7 mil trabajadores esclavizados y el asesinato de un padre estadounidense. Pero para la gente de Caro Quintero es muy sencillo: fue una traición.

Un hombre que prefiere que en el texto se le llame solo con su inicial, D, trabajó estas tierras para 'el narco de narcos'. Confiesa que nunca lo vio en persona, pero que lo admiraba como se admira a un cantante de pop o a un escritor.

"La traición se paga, y fue por el rancho y no por nada más que mataron a Kiki", afirma con un tono severo, renegando de la pregunta de por qué decidió Caro Quintero asesinar al agente.

"Se llevaban de compadres. Le dio su confianza, igual que (Miguel) Félix Gallardo y (Ernesto) El Neto (Fonseca)". Lo vuelve a decir: "la traición se paga caro".

Enrique Camarena, era un mexicoamericano nacido en Baja California, naturalizado estadounidense y miembro de la Marina norteamericana. En 1981 la DEA lo asignó a Guadalajara, Jalisco, con la tarea de infiltrar las redes del narco. Tres años más tarde, el mismo Caro Quintero le llamaba 'compadre'. Camarena le había prometido impunidad desde el sur hasta el centro del país y se lo cumplió en suficientes ocasiones para ganarse también a los socios de Quintero, Miguel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca.

Pronto le contaron de los dos ranchos, del avanzado sistema de riego, del proceso de empaquetado, de los 12 camiones diarios y de los 8 millones de dólares que se ganaba en cada viaje a los Estados Unidos. Camarena avisó a sus jefes, Phil Jordan uno de ellos, director del Centro de Inteligencia de El Paso, en Texas (EPIC). "Kiki Camarena sabía que los narcos seguían sus pasos mediante la DFS (Dirección Federal de Seguridad). Yo supervisé sus investigaciones en México y nos vimos nueve meses antes de que lo mataran, y me dijo: no pasa nada, son agentes de la DFS que quieren ver qué andamos haciendo", relata Jordan. Pero no era tan sencillo. Quintero ya sospechaba de algo.

Camarena sobrevoló el rancho junto al piloto Alfredo Zavala. La DEA dio aviso al Ejército Mexicano y para noviembre de 1984 el negocio entero estaba en llamas. Se quemaron más de 10 mil toneladas de droga en los predios de El Búfalo, y se destruyó el costoso equipo de riego instalado en el Rancho El Álamo.

Quintero estaba en su natal Badiraguato cuando se enteró de la pérdida. El primero que vino a su mente fue Kiki, "el compadre". Mandó llamar a Juan Ramón Matta Ballesteros, un hondureño que servía como contacto en Colombia para el tráfico de cocaína.

"Caro Quintero le dijo que investigara por qué el Ejército sabía tanto de ese rancho y de todo el dinero que se movía", relata Jordan.

Y luego la confirmación: es él, es un espía de la DEA. Caro Quintero pidió que fuera secuestrado, torturado y asesinado. Y así fue. Alrededor de las tres de la tarde del 7 de febrero de 1985 una camioneta bloqueó el paso a Camarena y a Zavaleta, que caminaban frente al Consulado de su país en Guadalajara. Les dijeron que el Comandante los quería ver. "Kiki se imaginó que algún comandante de la DFS, con quienes se veía seguido para acordar movimientos. Pero era el Comandante Quintero", explica Phil Jordan. El 5 de marzo del mismo año fueron encontrados los cuerpos de Camarena y Zavaleta en un pequeño pueblo con el nombre de La Angostura, en Michoacán.

Dicen que Caro Quintero no quería matarlo. Que solo quería darle "una calentadita" para que dijera a quién había entregado información y qué tipo de información. Pero a su gente se le pasó la mano. Dicen que cuando se enteró, Quintero comenzó a lagrimear. Sabía que era el fin de aquel título que le había costado, el de 'narco de narcos'. Huyó a Costa Rica. Según documentos de la época, partió del Aeropuerto Internacional de Guadalajara el 17 de marzo de 1985, 40 días después de la muerte de Camarena. Para la tarde del 4 de abril, las manos de Caro Quintero ya estaban atadas y salía en avión de regreso a México donde recibiría 40 años de prisión.

Sin embargo Caro Quintero fue un hombre bendecido por las leyes mexicanas: a Quintero le tocaban 199 años de prisión, pero la legislación mexicana de 1985 impedía sanciones mayores a 40 años. Se buscó inútilmente su extradición por que la Suprema Corte de Justicia Mexicana solo avalaba entregas temporales. Con 10 años de condena por delante, Quintero recibió su última bendición la madrugada del viernes 9 de agosto del 2013: debido a que fue juzgado bajo el fuero Federal, y su víctima no tenía calidad diplomática o consular, finalmente quedó libre.

Caro Quintero dejó huella en el pueblo. Foto: Luis Chaparro y Jesús Salas.

EL PROGRESO

En la época del 'narco de narcos' nadie se imaginaba que los trabajadores "del rancho de manzanas" estaban produciendo marihuana. Además a nadie le importaba. De donde fuera que aquellos miles de pesos estuvieran saliendo no podía estar mal.

Y es que aquellos días eran tan buenos que el negocio de la hierba no solo derramaba dinero en Jiménez, sino que además -lo mejor de todo- es que en diez años se escuchó un solo disparo, que finalmente no mató a nadie.

"En todo ese tiempo le dispararon a una casa, no más", cuando dice 'nomás' arquea las cejas, lo pronuncia lento, separando bien las dos palabras. Lo que quiere decir Jorge es que el beneficio era mucho y el sacrificio humano poco, a comparación de años recientes. Apenas en el 2012 renunciaron todos los policías de la ciudad, no se arriesgaron a correr la suerte que corrieron 14 de sus colegas asesinados.

La señora Carrejo tiene las mismas memorias. "Eran otros tiempos", una frase que repite cada habitante cuando se les pone de frente el nombre de Caro Quintero.

"Solamente se veían los camiones hacia los cerros. No llevaban placas. Pasaban cerca de 12 camiones diarios, iban llenos pero no sabíamos de qué", relata.

"Después de que lo arrestaron, en el 85, todo se vino pa'bajo, de seguro ya viste que hay muchos locales cerrados, 'pos fue desde entonces". Ahora Jiménez se cuelga de esos recuerdos mientras atraviesan una ola de violencia y desempleo. Una de las tres fábricas que operaban allí, cerró recientemente y las otras dos, de electrónicos, trabajan a medias.

Así fue la historia de Jiménez en aquellos días. Pero Búfalo, el poblado más cercano a los ranchos de Caro Quintero, tiene otra historia para contar.

Alberto, o 'Don Beto' como le dicen los del pueblo, es un anciano de facciones españolas. La barbilla afilada, las orejas grandes y un bonete gris sobre la cabeza calva. Él es el dueño de la tienda de abarrotes 'El Progreso', que también es carnicería. "Aquí esa gente no se paró ni para comprar una cajita de cerillos", se queja aventando el brazo al aire.

Sin que Don Beto tuviera que decirlo, la pobreza en El Búfalo se nota en las calles, en las casas y en su misma tienda, una bodega con productos de hace más de diez años que jamás nadie compró.

"Y eso que ya el Gobernador nos ayudó poquito, eh", aclara Don Beto. En 1986, recién elegido como Gobernador del estado de Chihuahua, Fernando Baeza Meléndez visitó El Búfalo tras escuchar las historias que se esparcieron al arresto de Quintero: decían que Búfalo se forró de dinero del narco. Sin embargo lo que encontró fue una sorpresa. El tesoro que dejó Caro Quintero tras su captura fueron pantalones de mezclilla, sarapes y latas de atún.

El norte más norte. Foto: Luis Chaparro y Jesús Salas

EL TESORO DE CARO QUINTERO

En noviembre de 1984 unos 700 miembros del Ejército Mexicano llegaron a Búfalo. Rodearon la plaza y más tarde aterrizaron helicópteros en el campo.

Minutos antes, Don Beto, junto a otros habitantes de Búfalo habían visto cientos de "jovencitos y jovencitas" corriendo desde las montañas. "Pasaban por aquí todos perdidos, se escondían en las zanjas o tras los arbustos", relata Don Beto, quien además, días después, ofreció agua a un grupo de mujeres que llevaban varios días escondiéndose sin saber a dónde ir. "Andaban todos perdidos, pobrecitos, es que ninguno era de aquí", dice el anciano.

Caro Quintero decidió no invitar a la gente de Búfalo a trabajar en su rancho. A todos los 7 mil empleados los trajo de su pueblo natal, Badiraguato y de Mazatlán, Sinaloa. Probablemente lo hizo así para que en el pueblo cercano a sus tierras no se corriera el rumor, o para darles trabajo a sus paisanos.

Los había traído con engaños. Les prometió un pago que sonaba en miles de pesos, les dijo que solo sería una temporada y regresarían a sus casas. Pero el sofisticado sistema de riego del Rancho El Álamo lograba el milagro de producir marihuana todo el año. Incluso durante esos inviernos que llegan a reventar las tuberías de agua. Finalmente se les pagaba poco menos de 500 pesos, cuando recibían algo. Si a alguno se le ocurría salir del rancho, había órdenes de matarlo, ¿Quién se iba a enterar de un par de cuerpos en un terreno tan amplio? Pero luego del decomiso del rancho, miles de ellos viajaron a Parral, Chihuahua para tomar un autobús que los llevara a Sinaloa, a casa. Javier, un chofer de autobuses desde hace más de 30 años y quien ahora conduce la ruta de Ciudad Juárez-Chihuahua, cuenta: "en el camión iban todos contentos porque se regresaban a sus tierras, ya eran libres".

Cuando el Ejército Mexicano llegó a quemar las más de 10 mil toneladas de marihuana encontradas aquí, decomisó el terreno y lo entregó al ejido Felipe Ángeles. Ya convertidas en tierras ejidales, el municipio las dividió y las entregó a los ejidatarios. Guadalupe es una de las propietarias de una parte del rancho. Una mujer de unos 60 años con una hija que vive en Ciudad Juárez. Ha acondicionado la antigua finca uniendo todos los cuartos que anteriormente estaban divididos en tres partes. El antiguo establo lo desmanteló e igual hizo con la bodega donde encontró el tesoro.

"Al menos nos dejó algo: ese invierno no pasamos frío", dice Guadalupe entre una risilla tímida con el acento de la gente de aquí que pronuncia suave la letra 's'. Del fondo de la habitación saca un par de sarapes raídos. "'pos ya están viejos, verdá'. Imagínese, tienen más de 28 años". Además de los sarapes, y el terreno, Guadalupe se quedó con un libro de medicina de 1980 que encontró dentro de la propiedad.

Veintiocho años después las cobijas se hicieron viejas, la mezclilla se fue acabando, y también las latas de atún. Búfalo, Chihuahua regresó pronto a la carencia y al olvido.

 LOS AMIGOS DE KIKI

Lo mataron. Foto: Archivo
Phil Jordan es un monumento. En otros tiempos fue un hombre rubio, fornido y jefe del centro de inteligencia más grande de los Estados Unidos, el EPIC (El Paso Intelligence Center). Ahora sigue siendo gigante, con las manos de piedra, pero su cabello, lo que queda de él, se ha vuelto gris. Usa unas gafas con aumento que agrandan sus ojos cansados. Los tiene así porque ha llorado dos muertes en diez años, la de dos hermanos: Bruno Jordan, en 1995 y Enrique 'Kiki' Camarena en 1985.

Nueve meses antes de que aquel auto de policía le pidiera a Camarena y a su piloto subir para ver al "comandante", Jordan lo vio en el aeropuerto de la Ciudad de México. Se dieron un largo abrazo, reconociéndose en otro país, felices de que ambos estuvieran aún con vida. Jordan, como su jefe y amigo, vigilaba todas las operaciones que hacía Kiki en México. Esa semana visitaron consulados y embajadas estadounidenses en varios estados para ver que todo marchara bien.

Una tarde de mayo se pararon a comer en una finca en Guadalajara, Jalisco. Jordan estaba nervioso. Había dos hombres que los seguían desde hace unas horas. Ambos armados con pistolas calibre .45. "Me dijo Kiki, no te apures son de la DFS nomás nos vienen siguiendo para contarle a los cárteles de lo que estamos haciendo. Kiki en ese tiempo me dijo que no había peligro".

28 años más tarde, la liberación del hombre que mandó asesinar al agente le ha reabierto la herida. Cuando Jordan describe cómo se siente, dice que es "un chingazo al corazón". Piensa luego en que la historia pudo haber sido distinta: "Kiki era ex Marine, si hubieran estado nada más los tres -Rafael Caro Quintero, Miguel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca-, se los hubiera chingado a los tres, pero eran muchos".

Y luego se abre la otra herida. "Es un dolor muy personal, porque era como mi otro hermano, como mi hermano de sangre, Bruno, que también me mataron".

EL COMIENZO DEL FINAL

 

Esta historia termina a las dos de la mañana de un viernes de verano con un hombre saliendo de un penal de máxima seguridad. Como todos los grandes relatos, el nudo inició con un asesinato. Y comenzó aquí, en un rancho de mil hectáreas.

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