lunes, 5 de enero de 2015

MundoNarco.Com

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La batalla entre El CDS y Los Zetas en La Laguna "Las huellas de la Guerra"

Posted: 04 Jan 2015 06:46 PM PST

Desde que los Zetas y el cártel de Sinaloa entraron en guerra, en 2005, las ciudades de Gómez Palacio, Durango y Torreón, Coahuila –que juntas forman en área conocida como La Laguna–, son un territorio en el que lo único que prospera es la muerte.

Nunca has caminado por el Cerro de la Cruz, pero por la manera en que el guía llama al lugar, "la Pus de La Laguna", sabes que inspira miedo el mero hecho de nombrarlo. Apenas subas, te darás cuenta de que, en vez de trepar hacia el cielo, bajarás hacia el infierno.

 Pronto verás que los barrios son casuchas apeñuscadas en las laderas del cerro, reproduciéndose obscenamente como las cucarachas. Y pronto, también, caminarás por callejuelas empinadas, gatearás escalinatas hechas sin ninguna planeación, no sabrás si hay más basureros que callejones sin salida.

Te toparás con teléfonos públicos destrozados, con perros vagabundos y observarás paredes pintarrajeadas y agujereadas que te harán entender que, por estos rumbos, la única que tiene paso libre es la muerte. Para que esto jamás lo dudes, el guía te llevará hasta donde están las jaurías de sicarios, tan jovencitos ellos, y tú supondrás que para ser matón sólo se necesita tener muchos güevos. En algún momento notarás que hay tantos chicos empistolados, culebreando arriba de las motos, y tantos vendedores de droga barata que jurarás que si este cerro no es la octava maravilla del mundo, poco le hace falta para serlo. Cuando mires de nuevo hacia las casas amontonadas o cuando te fijes que los militares saludan a los narquillos como si fueran viejos conocidos, comprenderás que Dios aquí no se siente y le preguntarás al guía qué carajos hacen ahí. Él, que suele ser frío como el hielo, te responderá que de estos barrios salen a diario la chispa y la leña que han mantenido encendido el matadero en Torreón y Gómez Palacio. En los últimos seis años, casi tres mil setecientas personas han sido asesinadas como si la gente estorbara. Entonces, el guía te hablará del cártel de Sinaloa y de los Zetas, dos bandos agarrados de los R-15 que tienen a La Laguna entera de espectadora.

Desde que me acuerdo, aquí en el cerro se matan. Mis papás me contaron que, en sus tiempos, la gente pasó de los machetes a los cuchillos y de los cuchillos brincaron a las balas. Yo nací por ese entonces, cuando el mero bueno de acá del poniente de Torreón, era el Chaqui, un viejón que sicareaba pa los ricos de la Laguna. Desde los setenta, el Chaqui controló todo el trasiego de coca y mota, hasta que lo mataron por ahí del noventa. Ese bato siempre jaló pa los sinaloenses, ¿sí me entiendes? O sea, el acta de nacimiento del Cerro de la Cruz está firmada por el cártel de Sinaloa. Por eso cuando los zetones apañaron el cerro nos la pasamos rebotando muertos por esta pinchi vida. Pero ya me estoy adelantando. Con el cártel de Sinaloa, te decía, la raza estaba bien contenta. Uno sabía que sólo se morían los abusones, los soplones, los hijos de la chingada, ¿sí me entiendes? Neta que aquellos sí fueron tiempos bien perros. Todavía por el año 2003, el Chapo Guzmán se daba sus vueltas por acá y toda su gente, el Chompe, el Toro Montoya, el Dany, el César, el Gitano, el Rambo y el Saico eran los reyes del cerro y, por qué no decírtelo, nosotros sus pinchis siervos, o como se diga. ¿Sabes cuándo empezó la bronca? Ai te va: fue en 2004, cuando el Diri le entró al negocio de la coca. El Diri había sido tránsito, por eso se ayudó de la policía municipal pa irse metiendo al cerro. Los chapitos le dieron chance al Diri porque no lo miraron como competencia. Pa mí ese fue el error, ¿sí me entiendes? Y te voy a decir por qué: en 2005 llegó Heriberto Lazcano a Torreón. Media Laguna lo supimos porque el bato mandó coronas de flores a las oficinas de la estatal. Ésa fue la presentación de los zetones. Me acuerdo de que por esos días, los chapitos pasaron casa por casa pa decirnos que no nos mortificáramos, que el Lazcano y el Diri no iban a agarrar mecha, que los zetones nunca se atreverían a subir el cerro. ¿Y, cuál? El Lazcano fue a apalabrarse con el que era alcalde, un bato del PAN, y todo se fue a chingar a su madre.
[Conozco al guía desde hace algunos años y sé que no me mentiría. Publicar su nombre sería contraproducente. Aquí a los informantes, según me ha advertido, los queman en una pira de llantas.]

Los zetones apañaron el cerro de un día pa otro. Los chapitos nomás se quedaron con la Polvorera y la Durangueña. Los que nos quedamos de este lado, en la Libertad, en Cerro Azul, en la Victoria, en la Buenos Aires, en la Independencia, en El Huarache, en la San Joaquín, vimos cómo los zetones comenzaron a extorsionar a los comerciantes del Mercado Alianza y a todo aquel que tenía un negocio en el centro. Donde está la antigua harinera, ahí por donde subimos, torturaban a los que se resistían. Dos patrullas siempre cerraban la calle de la harinera pa que nadie se acercara a ver el matadero de gente. Un día pasó por ahí el reportero ese de Multimedios y miró cuando los zetones mataban a un viejón, por eso lo levantaron… Ándale, Eliseo Barrón, ¿sí me entiendes? Se puso bien pesado. Todo el poniente, que en los hechos es el centro de Torreón, era zetón. A las putas las padrotearon y las que no se dejaban, las quemaron. A los niños los enviciaron con piedra, los reclutaron de sicarios, y a los federales que no tenían comprados los corrieron de su hotel, aquí a unas calles, a punta de balazos. Cuando se cansaron del poniente se fueron al oriente a robar carros, a secuestrar, a decapitar a quien se les atravesaba. Era bien común verlos en camionetonas, custodiados por los municipales, recorriendo las calles como si fueran tiburones con el hocico abierto. Con los zetones, todos en La Laguna comenzamos a tener las mismas posibilidades de ser secuestrados, desmembrados, tableteados o ser colgados de los puentes. Para ellos matar era como sacar al perro a miar. Lo único que hacían era coger, drogarse y asesinar. Muchos fuimos a hablar con los chapitos, les pedimos paro y nomás nos dijeron que, mientras los zetones no se metieran a la Durangueña, ellos no iban a hacer nada. Asuntos de negocios, supongo. Así pasamos 2006. Pero a mediados de 2007, a un zetón que le decían comandante Gabito se le ocurrió pararse a medio cerro y se puso a disparar hacia la Durangueña. Ese día comenzó la pinchi guerra.

Entre los pocos negocios que han salido ganando con la guerra de La Laguna están las funerarias. Apenas esta tarde en que le volaron medio cráneo a un joven sicario, empleados de unas diez funerarias se disputaron al muerto. "Somos buitres y buitrear es lo que hacemos", me dijo uno que presumió a los familiares del matoncillo contar con el mejor reparador de cabezas. Otro trabajador ofreció el servicio de la cremación exprés, una buena oferta hoy en día en que los pistoleros a sueldo han agarrado la mala costumbre de ir al cementerio para dispararle a los vivos en pleno entierro. Había otro tipo, el de Puerta al Cielo, que pareció sugerirle a la hermana del difunto que todos los que se velaban en esa empresa terminaban cara a cara con Dios. Sólo alcancé a escuchar a uno que habló de la dignidad. Ninguno de los empleados, que yo recuerde, ocultó su necesidad por vivir de la muerte ajena. Al final, el cadáver del sicario fue a dar a los velatorios Del Pueblo. Ahí conocí a Xoili García, el encargado. Pero eso sucedió después de entrar al anfiteatro del Hospital Universitario.

En Torreón todo mundo sabe que si te matan terminarás en el sótano del Universitario. "A veces hemos tenido hasta treinta muertitos en un solo día", me dijo Fernando Álvarez, un tipo dicharachero que se encarga de cuidar el hospital por las tardes. "Y como nomás tenemos cuatro camillas y espacio para seis en el congelador, a muchos hemos tenido que encaramarlos en el suelo; vieras cómo se mira esta madre: parece el pinchi rastro". La carnicería de hoy tiene sólo en el mostrador unos brazos, una pierna y pocas vísceras de un chico que serrucharon anteayer. Nadie ha ido a reclamarlos. Fernando cree que en pocos días tendrán que tirarlos.

El anfiteatro apenas medirá unos veinte metros cuadrados, parece más un pequeño laboratorio de la clase de biología y, por más cloro que utilicen para desinfectarlo, aquí nunca deja de oler a carne podrida. Fernando me contó que los forenses se han vuelto expertos en abrir esternones y en coserlos. El punto flaco del hospital, sin embargo, es cuando los sicarios han ido a visitar al paciente con el único propósito de terminar su trabajo. "El otro día vino un güey a traerle flores a un herido, subió al cuarto como si nada, le aventó el ramo en la jeta y le disparó ocho veces a la cabeza; yo creo que el bato lo remató de esa manera para ver si también teníamos buenos neurocirujanos", me dijo Fernando y yo no supe qué parte de la historia era broma.

—Tienen cámaras de vigilancia, ¿no? —le dije.
—Pero no sirven de mucho —contestó alzando los hombros—. Fíjate: la semana pasada vinieron dos sicarios por uno de sus compañeros que estaba herido. Traían unos riflones. ¿Tú crees que les iba yo a cobrar?
Salí del Universitario pensando que a Torreón le hacía mucha falta que alguien le engrapara el corazón.

Torreón es un nicho que ningún empresario de respeto dejaría fuera de su plan de negocios. Aquí la muerte tiene dinero, compra sicarios por cuatrocientos dólares al mes, usa horrorosas camisas Versace y quiere ser enterrada como Dios manda. No en balde, desde que empezaron las rachas de violencia, las seis funerarias que antes había ahora se pelean el mercado con otras veinte. "Gringos, chilangos, regios y poblanos han abierto funerarias a lo cabrón", me dijo Xoili García, el encargado de funerales Del Pueblo.

La fachada de "Del Pueblo" bien puede ser la de un taller mecánico. De pronto hace pensar que por situaciones tan insalubres es que las almas de los muertos quedan en pena. Pero uno nunca debe dejarse llevar por las apariencias. Las finanzas de esta funeraria han mejorado porque la mayoría de los sicarios son pobres. "No te voy a mentir —me dijo Xoili—. Bendito Dios, nos llegan uno o dos muertitos al día".

La funeraria Del Pueblo dista mucho de algunas otras que visité. Recuerdo que en una había ataúdes con los más variados ornamentos y colores: negros, grises, marrones, dorados y plateados; otros tenían molduras muy complejas, por no decir barrocas. Pero los mejores fueron aquellos que, en oro, se les había grabado en el lomo la silueta de un R-15. En otra funeraria vi el más variopinto muestrario de cruces. Con Xoili sólo había féretros tradicionales con herrajes de bronce y cristos hechos sin el menor cuidado.

Le pregunté a Xoili cómo había cambiado la muerte en Torreón, y sus ojos adquirieron ese aspecto distante, típico de los que hablan de cosas ocurridas mucho tiempo atrás. "Antes, de cada diez muertos había un jovencito; hoy, de cada diez hay once morros y otro viene en camino", me dijo con su humor involuntario que a mí me hacía reír. Xoili también me contó que a las familias ya no les gusta ni velar ni enterrar a su difunto. La moda ahora es la cremación. "Los familiares tienen miedo de que los sicarios los ubiquen y la agarren contra ellos, pero yo les digo que no sean gachos, que despidan al muertito; lo hago porque es bien triste llevárnoslo en una cobija y echarlo al fuego sin que nadie le llore, pero también provoco el funeral porque así le damos trabajo al embalsamador, al de las flores, al del café, al del estacionamiento; todos ocupamos dinero", me dijo y enseguida hizo las cuentas: en una cremación gana dos mil quinientos y mil más por cada funeral.

Xoili no quiso despedirse sin contarme algo que sabrá Dios desde cuándo le estaría quemando la lengua: la corrupción de la muerte. "Buitreamos porque los del Ministerio Público están bien apalabrados con la funeraria Flores. A ellos les dan preferencia. No sé si eso haya tenido qué ver con el asesinato de Santos Flores. Él era el dueño y lo mataron ahí mismo en la funeraria. Lo que quiero decirte es que nosotros nomás queremos un negocio parejo, porque sí está de la fregada eso de buitrear".

Lentamente descubrimos un paisaje construido contra la gente. Son barrios cuesta arriba igual que la vida misma. El sol encandila en Gómez Palacio, pero se mira nítido. No hay sangre, no hay esmog; el aire que azotó por la mañana se los ha llevado a lugares más lejanos. Un perro orina la tanqueta estacionada de los militares y, justo ahí, se escucha a Carlos Santana con "Oye cómo va". Entonces las imágenes en color sepia empiezan a encimarse:

Ora vemos a un par de chicos, flacos y secos como una rama, tumbados sobre la banqueta: han inhalado tanta piedra que desde hace tiempo viven en el olvido. Ora una gasolinera está en llamas. Ora un carro explota. Ora una turba de chicos saquea los negocios. Ora en pleno basurero apreciamos a un joven sicario al que no sólo lo cosieron a balazos, también le arrancaron toda la piel del rostro. Ora un centenar de policías municipales son desarmados violentamente por un batallón de soldados; tarde o temprano alguien iba a acusarlos de estar en la nómina de los Zetas. Ora se observa una manta en la que, a pesar de las faltas de ortografía, se lee que los soldados cuidan las espaldas del cártel de Sinaloa. Ora cinco comandos roban igual número de bancos con una sincronía de relojero. Ora truenan los cuernos y en el patio de una primaria los niños se tiran al suelo. Ora unos encapuchados asaltan una camioneta de valores y todavía, con parsimonia, se dan el lujo de contar ahí mismo el dinero. Ora a un sicario le estallan la cabeza cuando sale del casino; uno de los paramédicos pensará que el tipo parece un doberman con lesión cerebral. Ora en uno de los laberintos, aquellos de calles ciegas, violan a una niña que apenas tendrá siete años. Ora unos narcos secuestran a dos periodistas que en su vida han cubierto la nota roja.

NARCO

(Está encapuchado y trae un R-15 en bandolera; los periodistas permanecen atados de las manos sudan como si hubieran corrido un maratón.)

O cubren lo que está ocurriendo o pa la próxima los matamos.
Ora ocurre un motín en la cárcel; vemos a los presos armados, alzando los puños como si hubieran vencido; enseguida, sin embargo, aparece un puñado de militares disparándoles como si estuvieran en la feria y jugaran tiro al blanco. Ora una mujer y su bebé mueren en medio de una balacera. Ora nos muestran negocios cerrados, escuelas vacías y decenas de casas a la venta. Ora los soldados desmantelan puestos ambulantes, donde los Zetas venden piratería, ropa y dulces. Ora un grupo de prostitutas se manifiesta porque se ha acabado la vida nocturna. Ora la foto del Feroz aparece frente a nosotros y, quienes lo conocieron, se acuerdan que él fue el primero en desafiar a los narcos de la casa. Ora la gente se organiza en los barrios para enrejar calles. Ora los empresarios se largan de la ciudad y la industria se cae. Ora una señora que vende gorditas en el centro les paga doscientos pesos a unos chicos que van en motocicleta; es la cuota semanal para que no la maten. Ora vemos fotografías de unos veinte trabajadores de la fiscalía de Durango que han sido asesinados. Ora la fiscal, Sonia de la Garza, aparece sonriente, rodeada de sus escoltas mal encarados. Y ora una manta señala a De la Garza y a los federales como los protectores de los Zetas.

ALCALDESA ROCÍO REBOLLO
(Está sentada en la mesa de juntas. Enciende un cigarrillo.)

¿Miedo? No, no, no. Yo tengo que demostrarle a la gente que en nuestra ciudad se puede vivir tranquilo.
En la siguiente escena vemos a la alcaldesa temblando: han baleado su casa.

FONDO NEGRO

Gómez Palacio, también conocido por el alias de "Gómez Balazos", es la capital del odio. En sus casi mil kilómetros cuadrados uno puede comprar armas por menos de cien dólares y a un policía por lo doble. Los Zetas se adueñaron de casi toda la municipalidad en 2007, pero el 11 de enero del 2013 se les acabó el corrido: 159 municipales fueron detenidos por el Ejército. Los Zetas no fueron los únicos que abrieron la cartera. El cártel de Sinaloa compró el Cereso. Eso evitó, durante un tiempo, que sus sicarios que eran arrestados en La Laguna fueran llevados a cárceles de Coahuila, donde los Zetas deciden quién es enviado a la inmensidad del infierno. Hoy, ese Cereso ha sido cerrado por los federales, los mismos que trabajan para los Zetas.

Yo no venía pensando en todo eso, pero el colega que me trajo a Gómez hablaba de los Zetas y de los Chapos como Santana hablaría de las guitarras. Por mi colega supe que la tasa de crecimiento poblacional en Gómez se ha controlado así: 1.6 muertos al día por 1.3 nacimientos, de modo que durante algún tiempo la ciudad no rebasará los trescientos cincuenta mil habitantes. Supe, también, que cuando los municipales fueron desarmados por el ejército, los Zetas se lanzaron a robar bancos para presionar a los militares. Entendí que Torreón y Gómez son dos ciudades que los gobiernos de Coahuila y de Durango siempre las han visto como el trasero de sus estados. Y me enteré, además, de que el cártel de los tal Cabrera habían llegado a La Laguna y eso complicaba más la guerra.

Cuando bajé del auto del colega, lo primero que vi fueron tres tanquetas del Ejército estacionadas frente a la presidencia municipal. Un regidor, que pidió no poner su nombre, me contaría luego que, durante la sesión de cabildo, un militar había irrumpido para decirles que un comando atacaría la alcaldía. Por eso, aquella mañana, había más soldados en las oficinas que gente tratando de hacer un trámite. La única que parecía no estar alterada por la amenaza era el tercer miembro de la familia Rebollo que ha gobernado este municipio: Rocío.

"Tengo un hijo de diez años y gobierno esta ciudad, ¿tú crees que debo tener miedo? —me dijo la alcaldesa mientras encendió un cigarro con cierto estilo—. Me han amenazado dos veces, pero para mí que esas llamadas fueron puro cuento". Rocío también me presumió que todas las noches se trepaba en su Suburban sin blindar y recorría los barrios de Gómez. "Trato de generar confianza, decirle a mi gente que todavía se puede vivir con tranquilidad; créeme: yo no me voy a mover de aquí". La alcaldesa no le dio mucha importancia al arresto de sus policías o tal vez no quiso hablar del asunto. Para ella lo importante fue contarme de los cadetes que pronto saldrán de la academia, que los policías con ella ganan ochocientos cincuenta dólares mensuales y que les consiguió un seguro de vida por casi noventa mil. No se lo dije, pero en La Laguna todos los policías tienen un precio.

Rocío se despidió diciéndome que la próxima vez que nos viéramos en Gómez todo iba a estar mejor. Cuatro días después, el martes 5 de febrero del 2013, un colega me escribió: "Balearon la casa de la alcaldesa, no hay lesionados". Desde entonces he pensado que Rocío tomará la oferta que hace poco le hizo el gobernador Jorge Herrera: renunciar a la presidencia municipal e irse de diputada local.

Ten por seguro que orita ya saben de ti, te dice el guía cuando caminan por la Durangueña y tú imaginas lo peor: ves cómo te rodean los sicarios, sientes cómo te levantan, pides que te maten de un solo tiro y te dejas llevar con la esperanza de que tiren tu cadáver para que tu familia tenga qué enterrar. Sales de tus cavilaciones cuando el guía te dice que están en San Joaquín, pero de santo no tiene nada el barrio. "Los sicarios que dejaban salir del Cereso de Gómez, llegaron aquí y de aquí salieron a rafaguear los antros, ¿sí me entiendes?", te cuenta y tú recuerdas las matanzas del Ferry, las Juanas y la Quinta. Entre las tres se habla de sesenta y nueve muertos, pero el guía te dice que esa cantidad apenas fue la de uno. Cierto o no, no hay un número para corroborarlo. "La idea fue pegarle a los bares de los zetones, pero los Chapos mandaron a puro loco y mataron a mucha raza inocente", se queja el guía y enseguida te remarca que la balacera en el bar Tornado, una que apenas sucedió el 5 de enero pasado, fue hecha por los Zetas, pues el antro ya era del cártel de Sinaloa. Cuando termine de hablar, pensarás que todos los cárteles mexicanos son iguales: practican todos los sinónimos del verbo matar, sin sentimiento de culpa. A seguir caminando. Ahora el guía te dice que mires discretamente hacia la punta del cerro. "Hay dos águilas", susurra. Las águilas, por si no sabes, son adolescentes que tienen la imperiosa necesidad de ganarse unos dólares. Si un solo vehículo, persona, animal o cosa entra al cerro y ellos no lo reportan, les darán sus tablazos. Volver a caminar. "En aquella casa es donde torturan a los zetones", dice el guía mientras sus dedos apuntan a un lugar indescifrable. "Ahí mismo los destazan con sierra eléctrica o les aplican el torniquete, ¿sí me entiendes?". Y el torniquete, por si tampoco lo sabes, es un filoso alambre que, amarrado a dos tubos, te arranca el pescuezo. Más tarde, cuando rodees el panteón, verás a cuatro chicos armados, chicos que muy seguro no conocerán la vejez. Los saludarás y ellos, aunque nunca los hayas visto en tu vida, te regresarán el saludo con cierta familiaridad. En algún momento le preguntarás al guía qué tan cierto es un informe militar que se ha publicado. Como él no sabrá a qué te refieres, les contarás: según el Dany ha roto con la gente del Chapo, el Cerro de la Cruz ya no es del cártel de Sinaloa y los Zetas están aprovechando la ruptura para recuperar fuerzas. El guía se reirá y te dirá, primero, que ni el Dany ni otro trabajador del Chapo se han salido del carril; te contará que el poniente es cien por ciento de los chapitos y que a los Zetas cada vez los repliegan más hacia el oriente de Torreón. "¿Entonces qué desmadre se traen en Gómez?", le preguntarás y él te dirá que todo se debe a que los policías federales y gente de la fiscalía de Durango quieren que los Zetas regresen. Todo eso, claro, lo sabrás cuando acabes de rodear el cementerio. Ahorita, apenas el guía te está contando que cuando el comandante Gabito disparó hacia la Durangueña, los chapitos limpiaron el cerro a punta de cuernos y R-15. "Los zetones ni las manos metieron", te dice y describe muertes que a cualquiera le darían pesadillas. Una quedará en tu mente: la de aquella yonqui que, sólo por comprarle piedra a los Zetas, fue fusilada frente a un sacerdote.

"Cuando supimos que habían llegado los Zetas a La Laguna, muchos dijimos: 'Por fin habrá acción'. Qué pendejos, nunca comprendimos que nos iba a ir tan mal", me dice un colega en Torreón, y yo recuerdo todo lo que me han contado otros reporteros de La Laguna durante estos días. Los de Gómez Palacio, por ejemplo, me hablaron del secuestro que hace poco sufrieron dos de ellos, todo porque los narcos quieren que se publiquen las mantas que cuelgan en los puentes. Otro me platicó del día en que un comando fue a visitarlo a su casa; desde entonces dejó el periodismo. Unos de Torreón fueron citados por los Zetas a mediados de 2008; les dijeron que ellos determinarían qué publicar; sobra apuntar que, si no lo hacían, los matarían. A Eliseo Barrón, de Milenio Laguna, lo levantaron el 29 de mayo de 2009 y a una chica que vendía publicidad para el mismo diario la secuestraron tiempo después. Al Siglo de Torreón le han ido a disparar dos veces y, hace cosa de un año, unos sicarios que después de la balacera abandonaron más de diez cuernos de chivo —como para que nadie dudara de que su arsenal no tiene fondo— buscaron a ciertos periodistas para reclamarles que ellos no habían huido del lugar como decían sus notas, que ellos no eran ningunos cobardes.

"Los medios de toda La Laguna sólo reportamos los hechos", me dijo un editor de las noticias locales. "Preferimos no investigar más, porque aquí los narcos no se andan con medias tintas". El último gran susto fue el que ocurrió el pasado jueves 7 de febrero: cinco trabajadores del Siglo de Torreón fueron secuestrados durante algunas horas. Los colegas de La Laguna creen que los del Siglo no serán los últimos.

1) Drug Dealer pasa por mí al hotel. Basta verle el brillo paranoico que hay en sus ojos para asegurar que viene manejando hasta las cejas de cocaína.

2) Drug Dealer no habla español, sino argot. Aprendo nuevas palabras de viejos conceptos: los patrones son los soldados, los pandas son los federales, los perritos son los municipales, el dragón es el convoy de los militares, la pintura verde es la mota, el maguito es una cápsula de color amarillo donde viene la coca y la fresita es una dosis más pequeña.

3) Drug Dealer dice que la mariguana no sólo es para los maleantes. "El brus li, la yanis, el morrison y el jendrix la fumaban".

4) Drug Dealer me explica que la ciudad nunca sube al Cerro de la Cruz, pero de arriba bajan a toda hora. Nosotros vamos de subida. Venimos a comprar droga.

5) Drug Dealer me da indicaciones: "Si te preguntan qué rollo contigo, les dices que eres mi camarada, que no sólo eres vicioso sino también desconfiado y por eso me acompañaste; y ojo: no se te ocurra decir algo de los zetones porque de aquí no salimos". Si alguien se me acerca como me dice, seguro cantaré como un canario.

6) Drug Dealer cree que, para los últimos dos gobiernos panistas de Torreón, los Zetas y los municipales fueron su mayor pasión.

7) Drug Dealer tiene algo qué decir antes de llegar a la Polvorera: el Chapo es como dios y yo pienso que gente como él necesita de mitos y mentiras para vivir.

8) Drug Dealer se estaciona y baja a comprar la droga. En el lugar hay jóvenes y portentosas máquinas de matar. Usan gorras Ed Hardy, visten playeras Polo o Lacoste (seguramente made in China), traen jeans y calzan tenis de la pantera enfurecida. Salvo por la gorra, estoy a tono con ellos. "Por donde cagan estos morros nadie pasa, así que ojalá hayas wachado bien cómo está el rollo", me dice Drug Dealer apenas regresa.

9) Drug Dealer cree tener la capacidad de ver la violencia que lo rodea sin que le afecte. "Así somos los norteños: cerramos los ojos, los oídos y somos muy felices".

10) Drug Dealer me deja en el hotel. Le digo que se quede con la droga y, antes de irse, le pregunto qué espera de esta vida. Se queda callado. No soy psiquiatra pero creo que muy pronto no quedará nada en su cerebro.

Vine a la parroquia de San Judas Tadeo, al oriente de Torreón, no porque haya sido asaltada ayer. Vine porque hoy conoceré a cuatro mujeres y un hombre que llevan años buscando a sus hijos. Antes de que me cuenten sus casos, sin embargo, tienen varias quejas qué soltar:

– Ya no nos gusta hablar con los reporteros porque no publican nada; sólo vienen para hacerse famosos, nos utilizan.

– Al gobernador no le interesan nuestros hijos, pero no fuera el sobrino que le mataron porque movería cielo, mar y tierra.

– Aquí nosotras hemos investigado, hasta nos hemos sentado con los narcos para que nos digan dónde podemos encontrar a nuestros hijos; ¿y todo para qué? ¿Para que la subdelegada de la PGR, la tal Claudia González a la que informábamos todo, la arrestaran por estar ligada a los Zetas?.

– No crea, si hasta ganas nos dan de ir con la gente del Chapo pa que nos ayuden.

Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos, con sede en Coahuila, empezó en Saltillo. Don Raúl Vera convenció a cuatro familias para organizarse y el resto lo ha hecho la desgracia. Las cifras actuales hablan de poco más de mil seiscientas personas desaparecidas en el estado, todo desde que los Zetas y el cártel de Sinaloa andan agarrados de la greña. El pasado 15 de enero, Enrique Peña Nieto iba a recibir a las mujeres que tengo enfrente, pero les canceló.

Ángeles: "Mi hijo, Jesús Antonio Mena, me llamó a las doce y media de la noche. No pude contestar y estuve llámele y llámele, hasta que me contestó un señor. Dijo que era zeta y me pidió veinte mil pesos, pero ya no volvieron a buscarme. Perdí mi trabajo de veinte años, me vino la diabetes y mi nieta trae la anemia porque no quiere comer, dice que quiere ver a su papá. Jesús desapareció el 30 de junio de 2010. La policía aceptó la denuncia, pero como robo de auto."

María Elena: "Alguien nos dijo que los Zetas se habían llevado a Hugo, a mi hijo Hugo González, hasta Nuevo Laredo. Por eso mi esposo fue a ver si era cierto. Uno de los jefes lo recibió. Mi marido le dio el dinero que nos pidió y en dos segundos le dijo que no, que a ése no lo habían levantado ellos. Hugo tiene veintisiete años. Se lo llevaron con dos amigas de un restaurant del centro de Torreón".

Óscar: "Yo estaba trabajando en Atlanta cuando mi esposa me llamó: a Jesús se lo habían llevado dos encapuchados. Me vine y nos pusimos a investigar. Resulta que mi hijo iba en su moto y se le cerraron en un carro. Lo persiguieron varias calles, hasta que se derrapó. Me dicen que Jesús les dijo que se llevaran la moto, pero a él también lo subieron a una camioneta. ¿Sí le dije completo el nombre? Es Jesús Daniel Flores García. Despareció el 1 de mayo de 2009. Ya se me fueron todos mis ahorros de tanto buscarlo aquí y allá".

Blanca: "Mi hijo, Iván Barush, fue al bar ese del Tornado, el que acaban de balear un día antes de Reyes. Él fue el 11 de agosto de 2011, y no salió. Sus amigos me han contado que se pelearon por andar de coquetos con la novia del guardia. Sólo a Iván no lo soltaron. Uno de mis nietos dice que quiere ser narco para buscar a su papá".

Amelia: "Estábamos en nuestra casa de Matamoros, un pueblo pegado a Torreón, cuando unos encapuchados se nos metieron y se llevaron a mi esposo, Javier Burciaga Vázquez. Mi yerno, José Francisco Juárez, quiso defenderlo, pero también lo treparon a las camionetas. Le dimos ocho mil pesos a una licenciada que nos dijo que estaban en la cárcel, pero nomás nos robó. Pagamos brujos y ellos nos dijeron que ya iban a llegar, que ya no nos mortificáramos. Y como pasó un año, mejor nos fuimos a Zacatecas. Allá la vida fue muy dura. Nomás nos deprimimos. Entonces nos regresamos, aunque no saliéramos de la casa. Mi nieto, Luis Carlos, se desesperó de tanto encierro y un día me dijo: Abue, yo quiero trabajar, tengo treinta y dos años y pos quiero ayudar a traer dinero. Se fue al día siguiente y nunca regresó. Yo ya orita nomás creo en la justicia divina".

El Rubio, un ex policía municipal de La Laguna, no quiso que habláramos de frente. Optó por contarme lo que sabía por medio del mail. Sólo nos escribimos tres veces.

Mail uno:
los de la letra nos leyeron la cartilla lueguito de cuando llegaron. o jalan o jalan cabrones. con esas palabras crees tu que alguien no le iba a entrar? además nos amenazaron con matar a nuestra familia. nuestros jefes nos dijeron que apechugaramos que nos iba a caer lana, pero ellos se quedaron toda. nuestro trabajo fue apoyar a los de la letra, apañar el poniente. con esto te digo que todo fue obligado. ahorita todavía hay unos que se creen narcos y están ayudándoles a los zetas para entrar a gómez. no sé si sepas pero cambiaron a los federales y ellos también andan chingando a los chapos. ayer en gómez no solo balearon la casa de la alcaldesa, también le metieron un susto a carlos herrera, ese es el cacique de gómez.

Mail dos:
los chapos no quieren a los municipales. el pedo ahora es que los municipales de torreón trabajan para los chapos y los de la letra andan matando polis. a uno lo rafaguearon afuera de su casa, cuando estaba lavando su carro. eso fue hace como una semana, allá en matamoros.

Y mail tres:
los chapos balearon en 2009 el premier y el 20, que era el jefe de plaza, mandó llamar a 35 municipales: director operativo, lobos y bravos para cagotearlos. los citaron en una finca de fac. y madero. todos de civiles.
delante de ellos, la burra, un morrillo de 16 o 17 años, bien loco, desquiciado, y que dice que hablaba con los muertos: decapitó con un cuchillo a 5 chapos que habían agarrado. les dijeron a los municipales que si seguían permitiendo que los chapos reventaran les iba a pasar lo mismo. un güey de apellido de león, director operativo de seguridad pública del oriente de torreón, no aguantó la carnicería y se desmayó. luego los dejaron ir.

El guía ahora te indica dónde, cómo y cuándo los Chapos fueron matando a los Zetas. Te habla de un tal Negro, pasa por el Junior y acaba con Chuy Caguamas. Ahí pensarás que los ajustes de cuentas se propagaron en todo el poniente como el sarampión. Y ahí, también, decidirás que no quieres saber nada más. Lo que ansías es ya largarte del cerro. Extrañamente te sentirás débil, como cuando has ido a donar sangre. Bajarán por donde llegaron, por el Mercado Alianza. Se despedirán donde se encontraron por la mañana. Tomarás un taxi e irás a visitar al escritor Carlos Velázquez. Hoy es su cumpleaños, así que no querrás arruinarle la fiesta contándole todo lo que has visto y escuchado. Se tomarán un par de Macallan y después otros. Entonces te contará del 7 de octubre de 2010, cuando fue al bar Marioneta a echarse una cervezas con unos amigos. "Los disparos zumbaban como cuchillas de afeitar", te dice cuando ya te ha contado que uno de esos escuadrones perfectos para matar llegó en embestida al bar e hicieron los que mejor les sale. "Neta cabrón que nunca había escuchado tiros con esa fuerza, ni cuando me agarró una balacera en el Oxxo". Otro escritor, Daniel Herrera, te contará la otra parte de la historia porque él también la vivió: "Nos tiramos al piso y nuestro compa la Marrana comenzó a sangrar; dijimos: A este cabrón le dieron. Pero no: se cortó el brazo con una botella. Que yo me acuerde, los sicarios sólo mataron por los que iban". Más tarde te enterarás que ese día Fernando Vallejo, de visita en Torreón, tenía pensado acompañar a Carlos y a Daniel, pero declinó por cansancio. Inevitablemente pensarás en La virgen de los sicarios y te imaginarás a Vallejo en aquella balacera diciendo: "La fugacidad de la vida humana a mí no me inquieta; me inquieta la fugacidad de la muerte: esta prisa que tienen aquí para olvidar". Para ese entonces, verás que en Twitter circula la información sobre el asesinato de cuatro jóvenes a unas cuantas cuadras de ahí y tu recordarás otra frase que le leíste a Vallejo: "La muerte viaja siempre más rápido que la información". En algún momento subirán a la azotea del edificio donde vive Carlos y, desde ahí, contemplarás casi todo Torreón. Entonces caerá la noche y todo se verá como un inmenso charco de sangre seca.

Ejecutan a balazos a gimnasta olímpico en Guadalajara

Posted: 04 Jan 2015 06:36 PM PST

El gimnasta olímpico jalisciense Jaime Humberto Romero Morán fue asesinado la madrugada de este sábado junto con un amigo afuera del Lienzo Charro Zermeño de Guadalajara.

Informes policiales indican que Raúl Trejo Santos, de 23 años, originario del Distrito Federal, y Romero Mora, de 22, fueron asesinados sobre la calle Diagonal Manuel Cambre y calle Canarias de la colonia Villaseñor alrededor de las 01:40 horas, cerca de la entrada al bar Azabache.

Aparentemente el atleta y su amigo discutieron con varios sujetos afuera del Lienzo Charro. Los agresores amagaron con un arma a los jóvenes y les dispararon en varias ocasiones para luego huir a bordo de un vehículo blanco del cual no se especificó el modelo y en una camioneta Ford Lobo gris.

Policías de Guadalajara acudieron al lugar y encontraron a Trejo y Romero tirados sobre el pavimento, por lo que solicitaron la intervención de Servicios Médicos Municipales, pero los jóvenes ya habían fallecido.

El gimnasta y su amigo presentaban lesiones en el cráneo y tórax, principalmente.

Los peritos encontraron alrededor de los cadáveres cerca de 12 casquillos calibre 9 milímetros.

Entre otros logros, Jaime Humberto Romero Morán destacó en el año recién concluido como seleccionado nacional luego de que su equipo se ubicó en el sitio 23 del Campeonato Mundial de Gimnasia y obtuvo su clasificación al Mundial del 2015.

Información del diario Reforma indica que el nivel de Romero Morán le llevó a ser parte del proceso de selección para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz, aunque al final no participó.

Agrega que por Jalisco, el deportista aportó para el décimo quinto título de Olimpiada Nacional Juvenil, en la que resultó campeón del nivel FIG en salto de caballo, además de una medalla de plata en caballo con arzones y el tercer lugar en barra fija.

Su padre es entrenador de la selección Jalisco de la especialidad.

Pese a los reveses, el Cártel de Sinaloa se mantiene incólume

Posted: 04 Jan 2015 06:24 PM PST

La captura de El Chapo Guzmán el pasado febrero no le hizo ningún daño al Cártel de Sinaloa, asegura el jefe de la DEA en Tucson.

Nada ha cambiado, dice, y confirma que Arizona es la "puerta favorita" de la organización criminal, la cual se mantiene como única mafia en control de esa zona, dejando al margen a Los Zetas y al Cártel del Golfo. La DEA sabe todo esto y sabe también que el tráfico de heroína y metanfetaminas va al alza. Lo sabe, pero es incapaz de ponerle remedio.

Los recientes arrestos de los jefes del Cártel de Sinaloa, como Joaquín El Chapo Guzmán, no han hecho mella en la operación ni en los montos de droga que trasiega esa organización criminal, afirma un jefe de la administración antidrogas estadunidense (DEA) en Arizona.

"No hemos observado ningún cambio significativo en el Cártel de Sinaloa", dice aProceso Al Laurita, agente especial a cargo de la oficina de la DEA en Tucson. "Seguimos observando los mismos modos de operación que tenía antes de la captura de El Chapo, el mismo control de las operaciones; mantiene a la misma gente a cargo del tráfico de drogas que salen para Estados Unidos y del control territorial en México", acota Laurita durante una extensa entrevista con este semanario.

La frontera desértica que comparte Arizona con Sonora sigue siendo la puerta favorita del Cártel de Sinaloa para meter droga a Estados Unidos, dice y agrega: aunque la captura o eliminación de los grandes jefes del tráfico de drogas "tiene algún efecto, pero de corto plazo", la organización que ahora comanda Ismael El Mayo Zambada es la excepción.

Con la captura de El Chapo el 22 de febrero de 2014, y el 12 de noviembre la de Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo (hijo de El Mayo Zambada), en México algunas personas o entidades, incluido el gobierno de Enrique Peña Nieto, creyeron que el Cártel de Sinaloa se desmoronaba.
Laurita sostiene lo contrario: "El único cambio que hemos observado es entre la gente que controlaba la plaza de Nogales (Sonora) y la que manejaba la zona oeste del desierto sonorense, y quienes tenían la relación con la reservación india de la Nación Tohono O'odham, en el suroeste y centro de Arizona".

De acuerdo con los informes que tiene la DEA en Tucson, incluso estas modificaciones sólo fueron de personas, sin afectar el negocio, porque quienes mandaban en estas plazas eran "gente de El Chapo" ya reemplazadas por "gente deEl Mayo Zambada".

Sin entrar en detalle, por tratarse de información concerniente a investigaciones federales en curso, el jefe de la oficina de la DEA en Tucson explica que sigue intacto el poder, control territorial y modo de operación del Cártel de Sinaloa en México; y apunta que la captura y extradición de algunos integrantes de la organización dirigida por El Mayo Zambada ha sido gracias a la cooperación de algunos excapos.

Encerradas durante 30 años por “miedo al narco”

Posted: 04 Jan 2015 06:19 PM PST

Una aparente combinación de esquizofrenia, marginación y miedo a un cartel de drogas provocó que dos hermanas mexicanas.

Vivieran encerradas durante treinta años en un cuarto de su casa en el estado de Chihuahaua, del que acaban de ser rescatadas por las autoridades con graves problemas físicos y mentales. El visitador general de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Chihuahua en la zona de Parral.

Amin Corral Shaar, informó que las dos mujeres son Francisca Valles Campos, de 35 años, y su hermana Luz Ofelia, de 38. Ambas fueron rescatadas el pasado día 30 de una habitación de su hogar familiar en la comunidad de Bufalo.

Tras denunciar la situación de esas personas Gilberto García Mendoza, el alcalde de Allende, la cabecera municipal.

A raíz de la denuncia, Corral recorrió los 100 kilómetros que separan Parral de Bufalo para atender el caso y se encontró un sorprendente panorama familiar en el domicilio en el que las víctimas vivían enclaustradas, situado en el centro de ese poblado rural y aislado.

En la casa moraban el padre de las dos mujeres, de "edad avanzada y que no trabaja", la madre y tres hijos varones, además de las dos hijas.

"Al parecer toda la familia padece de discapacidad mental" y colaboraba con el encierro, y el único que trabaja es el hermano mayor, que tiene "un criadero de puercos y les provee el alimento", relató Corral.

Al llegar al lugar las autoridades tuvieron que forzar la puerta del cuarto en el que se escondían las víctimas, presuntamente "por voluntad propia", según la CEDH.

"Olía el cuarto porque no se habían bañado en años" y las dos mujeres estaba cubiertas "solamente con una cobija (manta)", relató.
Sufrían diversas infecciones y una de las hermanas fue trasladada a una clínica pública de Allende para ser atendida de heridas ulceradas en varias partes de su cuerpo.

"Es el caso más raro con el que nos hemos encontrado en mucho tiempo, nunca había visto algo así", agregó Corral.
El visitador de la CEDH explicó que en el momento de su intervención, en la que participó la policía local, estuvieron presentes varios parientes y vecinos que se negaron a hablar del extraño caso.

En el remoto lugar en el que se encuentra la casa "prevalece la ignorancia" y hace tres décadas se extendió "un rumor" de que los narcotraficantes locales "iban a robarse a los niños y las niñas".

El temor surgió después de que en Bufalo fuera incautado uno de los mayores alijos de marihuana de la historia de México, con cerca de 10,000 toneladas de esa droga, en una operación vinculada con uno de los casos más famosos de la lucha antinarcóticos en el país, el del asesinato del agente de la DEA estadounidense Enrique Camarena.

Según algunas versiones, Camarena fue asesinado por orden del narcotraficante Rafael Caro Quintero, del Cártel de Guadalajara, tras descubrir que había revelado el paradero de la droga en Bufalo, aunque otras teorías apuntan a que lo mataron porque descubrió una conexión entre la CIA y el narcotráfico mexicano.

Impone ‘toque de queda’ a sus empleados consulares por narcoviolencia en Tamaulipas

Posted: 04 Jan 2015 06:11 PM PST

Todos los empleados del gobierno de Estados Unidos que laboran en Tamaulipas están sometidos a un "toque de queda" y a restricciones que les prohíben viajar.

Por carretera a determinadas zonas debido a los riesgos que implican los robos y secuestros, informó el Departamento de Estado. Mientras que el Consulado estadunidense en Matamoros alertó a sus ciudadanos y empleados sobre una serie de secuestros exprés.

Que se cometen en las inmediaciones de tiendas de conveniencia y cajeros automáticos. "Nos hemos enterado sobre varios kidnapping (secuestros) exprés en la colonia Jardín", precisa la alerta del Consulado que fue publicada en su cuenta de Twitter.

"Ocurren durante el día en tiendas de conveniencia o cerca de cajeros automáticos", según la advertencia recién publicada.

Por su parte, el Departamento de Estado recomienda a sus ciudadanos "aplazar los viajes que no son esenciales al estado de Tamaulipas", en su reciente aviso sobre la violencia que se registra en México.

La alerta agrega que todos los empleados del gobierno de Estados Unidos tienen prohibido los viajes personales dentro de la entidad. Sobre todo "en las carreteras de Tamaulipas debido a los riesgos de robo a mano armada y robo de autos".

Destaca que no hay carreteras que se consideren seguras en Tamaulipas, pero las rutas entre Matamoros-Ciudad Victoria, Reynosa-Ciudad Victoria, Ciudad Victoria-Tampico, Monterrey-Nuevo Laredo y Monterrey-Reynosa, son más propensas a actividades delictivas.

"Autobuses públicos y privados de pasajeros que viajan a través de Tamaulipas a veces son blanco de los grupos del crimen organizado". Estos grupos ocasionalmente toman a todos los pasajeros como rehenes y demandan pagos de rescate, agrega la alerta del Departamento de Estado.

"En Tamaulipas, todos los empleados del gobierno están sujetos a las restricciones de circulación y a un toque de queda entre medianoche y las 6:00 horas".

Menciona que en Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo y Ciudad Victoria han experimentado en los últimos años numerosos tiroteos y ataques con artefactos explosivos. "Los conflictos violentos entre elementos criminales rivales o el Ejército Mexicano pueden ocurrir en todas las partes de la región y en todo momento del día".

El número de secuestros reportados por Tamaulipas está entre los más altos de México y la cantidad de ciudadanos de Estados Unidos reportados a los consulados en Matamoros y Nuevo Laredo como secuestrados o desaparecidos involuntariamente en 2014 también ha aumentado, concluye la alerta del gobierno de Estados Unidos.

Tragedia humanitaria

Tamaulipas vive una tragedia humanitaria con 4 mil 875 desaparecidos desde el 2011 hasta octubre de 2014.

La tragedia empeora y se transforma en crimen de lesa humanidad si se consideran los miles de ciudadanos de otras entidades del país, de Centroamérica, Estados Unidos y de otras naciones, a quienes se les perdió el rastro en ese estado fronterizo.

"La cifra oficial de desaparecidos aumenta a más de 8 mil 500 si se suman las denuncias de personas desaparecidas en Tamaulipas presentadas en otros estados como Puebla, Nuevo León, Coahuila, Querétaro, Guanajuato, Veracruz, etcétera", comentó Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.

"En lo que va del presente año 2014 se han registrado en Tamaulipas 750 nuevos casos", agregó Ramos en entrevista.

La inmensa mayoría de los casos de desaparición no se han esclarecido, por el contrario, siguen aumentado como en el caso de Guerrero donde continúan encontrando fosas clandestinas, agregó.
"Lo que vive Tamaulipas es una tragedia humanitaria con la cifra oficial que ahora se reconoce de cerca de 5 mil desaparecidos", comentó.

"En mi opinión esa cifra se queda corta. Deben haber tres veces más, ya que en Tamaulipas también han desaparecido muchas personas que iban en tránsito provenientes de Sinaloa, San Luis, Durango, Nuevo León, Coahuila, Puebla, entre otros estados", agregó el presidente del Centro de Derechos Humanos.

Esas familias no denunciaron en Tamaulipas, sino en sus entidades de origen. Apenas este año se están creando fiscalías especiales para buscar a esos desaparecidos y también se está ofreciendo recompensas para localizarlos, añadió.

También existen reportes por la desaparición de grupos de trabajadores de otros estados que laboraban en Tamaulipas; de compañías como Nextel, Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos y Telcel, entre otras.

Destacó que hay denuncias por desapariciones de autobuses de pasajeros en regiones como San Fernando. "Esa es una situación terrible. Es una señal de la barbarie que se agudizó en el estado a partir del año 2010 cuando empezó la guerra entre el Cártel del Golfo y Los Zetas".

"El problema se agrava si se considera que la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto y del gobierno estatal no han podido encontrar la solución para pacificar el estado, para encontrar a los desaparecidos y para ofrecer justicia".
Hoyo negro para extranjeros

El 21 de junio del 2011 Alma Mónica Álvarez García, de 30 años, y cinco jóvenes originarias de Monterrey viajaron en una camioneta a Reynosa. Desde ese día las mujeres desaparecieron en esa ciudad fronteriza y hasta la fecha se desconoce su paradero.

Este caso es uno más de varias desapariciones múltiples que han ocurrido en Reynosa, Nuevo Laredo, Matamoros, Tampico y Ciudad Victoria, lo que ha convertido a Tamaulipas en la entidad con el mayor número de desaparecidos en el país.

Tan sólo del estado de Nuevo León se tienen reportadas más de 250 personas que desaparecieron en Tamaulipas, aseguró Consuelo Morales, directora de la asociación civil Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos.

Esa organización de derechos humanos pretende organizar un padrón de denuncias presentadas en diversos estados sobre ciudadanos desaparecidos en Tamaulipas.

Además existe un número desconocido de ciudadanos de Estados Unidos que desaparecieron en ese estado y que la embajada Norteamericana se niega a revelar.

Entre los casos de extranjeros secuestrados o desaparecidos destacan el caso de la actriz brasileña Elida Braz y su pareja el exconcejal André Kaveira, quienes se presume que fueron secuestrados por el grupo del crimen organizado que mantiene el control en esa ciudad, en el mes de junio del 2014.
También en esa ciudad está reportado como desaparecido, desde el mes de marzo del 2o13, el ciudadano canadiense Marc Menard conocido por sus amigos como Maya.

En Nuevo Laredo miembros del crimen organizado plagiaron al periodista estadunidense Zane Alejandro Plemmons Rosales. Desapareció la noche del jueves 21 de mayo de 2012.

En la ciudad de Matamoros el marine veterano de la Guerra del Golfo Armando Torres III fue privado de su libertad por un grupo de hombres armados junto con su padre Armando Torres II y su tío Salvador Torres, el 14 de mayo de 2013.

En Matamoros también está desaparecido el destacado pianista y director de orquesta franco-mexicano Rodolfo Ignacio Cázares. Miembros de la delincuencia organizada lo secuestraron el 9 de julio del 2011 junto con 18 de sus familiares, entre ellos mujeres y niños.

Después de pagar un rescate, fueron dejados en libertad las mujeres y los menores, pero Rodolfo Ignacio Cázares, director musical en la ciudad de Bremerhaven, Alemania, su padre y otros dos familiares continúan desaparecidos.

Sin embargo, la mayor tragedia humanitaria ocurre con la desaparición de cientos de ciudadanos centroamericanos que intentaban alcanzar la frontera de los Estados Unidos a través de Tamaulipas.
Los Comités para Familiares de Desaparecidos en México, de Honduras, Guatemala y el Salvador, tienen documentados más de mil casos.

Una granada en México, más barata que una Barbie

Posted: 04 Jan 2015 05:46 PM PST

Más baratas que una muñeca Barbie y hasta que un kilo de filete limpio de res, las granadas de fragmentación hoy abundan en México.

Diseñadas para lisiar, desmoralizar y matar, el aumento del uso y diseminación de granadas fragmentarias, de mano o antipersonales amenaza con salirse de control. Desde hace tiempo ya no solo están en manos de militares.

Por miles, las poseen tanto el crimen organizado como un creciente número de policías locales que han decidido dotarse de una herramienta destructiva más afín a la guerra que a tareas de seguridad pública.

Una investigación basada en archivos del gobierno federal obtenidos vía transparencia permite dimensionar parte de la granadización que vive México, donde ya hay una granada —legal o ilegal— por cada 150 habitantes.

Es una penetración que tiene su origen en el sexenio de Felipe Calderón, cuando organizaciones criminales comenzaron a usarlas, alentando a que el gobierno respondiera con su propia producción. Desde 2006, según detallan datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la industria militar mexicana ha producido 712 mil granadas ofensivas, una cifra histórica (en 2013, con datos actualizados hasta junio, llevaba 43 mil ensambladas). Y le salen baratas: en 2007, año de la mayor producción de estas armas, cada una le costó 199 pesos. A manera de comparación, un kilo de filete limpio de res vale 259 pesos, según la Profeco. En tiendas del Distrito Federal el juego "Barbie diseño de modas" se vende en 399.

Las granadas de fragmentación no solo son baratas. Aunque difíciles de controlar, parece que todos las quieren: concebidas como un arma netamente militar, desde 2009 dejaron de ser de uso exclusivo del Ejército y la Marina. En medio de la ola de violencia vinculada al narcotráfico, el Consejo Nacional de Seguridad Pública determinó que había llegado el momento de equipar a las policías estatales con este tipo de armas, eliminando las restricciones para su portación por las mismas agencias que, a la postre, resultaron tener intensos vínculos con el crimen organizado.

Desde entonces, 10 mil granadas de fragmentación han sido vendidas a 12 secretarías de seguridad pública estatales, de acuerdo con un recuento elaborado por MILENIO. Y si bien el gobierno de Calderón alentó esa transferencia de armas militares a las policías civiles, la tónica ha continuado en la actual administración, durante la cual 3 mil 664 granadas han sido adquiridas por corporaciones policiacas. Bajo el peñismo, Baja California compró mil 500 y Zacatecas mil. Hasta Querétaro, uno de los estados con menores índices de violencia, adquirió 300.

El detonante de lo que ha ocurrido en el ámbito policiaco y militar viene de la popularidad que las granadas han adquirido entre la delincuencia, en especial porque generan varias bajas: en Michoacán, por ejemplo, un convoy de la Policía Federal fue destruido en 2010 a granadazos. Catorce agentes murieron. Ya hay varias rutas internacionales dedicadas a su contrabando y explosivos producidos en Corea del Sur, China, Guatemala, El Salvador y tiendas estadunidenses han sido hallados en escenas del crimen por todo México.

Casi 28 mil de estas bombas antipersonales han sido decomisadas en operativos contra el crimen organizado en los últimos ocho años, según se desprende de una base de datos elaborada por este diario con cifras oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Policía Federal, la PGR y la Marina.

Para colmo, decenas más aparecen abandonadas en edificios, parques, cunetas y calles, tiradas como piedras letales. Un caso reciente ilustra otro aspecto de su proliferación: en octubre, un niño de seis años encontró una en el parque Cerro Azul de Chihuahua. La llevó a casa porque pensó que era un micrófono.

Y así, tanto como se les halla, se les emplea. De un sexenio para acá, el uso de esta arma, tan barata como mortífera y tan fácil de obtener que sorprende, es recurrente: el bombazo en la plaza concurrida de Michoacán, con un centenar de lesionados que aún ahora sufren por sus heridas. La patrulla que estalla en Jalisco con dos policías a bordo. La base militar que salta por los cielos en Zamora en un accidente que lisia gravemente a 17 soldados. La alcaldía en Tamaulipas a la que le vuelan la fachada. El convoy federal que rueda sobre una y que termina envuelto en llamas en Chihuahua.

También, el atentado en Nuevo León en el que niños salen heridos. Y el niño pastor que se vuela los genitales en Puebla con una granada abandonada por soldados. O la vendedora de pescado en Culiacán que pierde media cara porque un pedazo de metal que no era para ella se la arranca. De ser relativamente raras, un objeto bélico de película, las granadas pasaron a la cotidianidad nacional.

Qué tanto se han salido de control estas armas se refleja en el número de ataques con granada de fragmentación contra fuerzas militares y federales. Ya asciende a casi 150 en seis años (ver gráfico). Medio centenar de policías y militares han perdido la vida como resultado, en particular en Tamaulipas, el estado en donde explosivos antipersonales son utilizados con mayor frecuencia por grupos como Los Zetas, una predilección en la que evidencian sus orígenes militares. Desde 2006, el Ejército ha sido atacado 42 veces con este tipo de bomba en esa entidad.

No existen estadísticas de cuántos policías locales han muerto por uso de granadas, pero a manera de ejemplo basta señalar que de 2011 a 2012, por ejemplo, se registraron 56 incidentes con esos explosivos por todo el país. En paralelo, el número de civiles heridos o asesinados de forma colateral asciende a los cientos. Algunos casos recientes:

*2 de abril de 2013. Una granada es lanzada a un bar en Guadalajara. Cinco personas mueren y 16 quedan heridas.

*12 de marzo de 2013. Una granada estalla al interior de una fiesta de XV años en Monterrey. Dos muertos y 8 heridos. Uno de los fallecidos es un niño.

*23 de junio de 2012. Granadas son lanzadas en distintos bancos de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Seis personas quedan lesionadas, incluida una mujer de la tercera edad.

Un punto en común une a todos estos incidentes: varios civiles resultaron heridos. Y ahí radica la principal diferencia de una granada con una bala. Esta no solo mata indiscriminadamente, sino de forma masiva. Expulsa metralla a gran velocidad a 360 grados la redonda. Para cualquiera que esté a cinco metros, un explosivo antipersonal típico como el M67 de Estados Unidos, es mortal. A 15 metros puede causar daños irreversibles, desde órganos perforados, hasta extremidades amputadas.

El hecho de que esta arma de guerra terminó por extenderse por todo el país poniendo en riesgo a la población ya ha sido motivo de atención y condena internacional. "El uso de granadas de mano (en México) se ha convertido en un problema humanitario", sostiene un reporte dado a conocer en 2013 por la Red Internacional de Armas Explosivas, un conglomerado de Organizaciones No Gubernamentales que busca eliminar el uso de este tipo de armamento en zonas habitadas por civiles.

El pernicioso efecto de las granadas de fragmentación, aun años después de su uso, quedó más que de manifiesto en septiembre pasado. Cuando se presentaron en un banco para cobrar parte de un fondo especial de atención creado por el futbolista Rafael Márquez, decenas de los heridos de los granadazos del 15 de septiembre de 2008, en Morelia, mostraban secuelas profundas. Rafael Bucio, uno de los afectados, ha tenido que pasar por 18 cirugías. Ya perdió una pierna y está en riesgo de perder el brazo. (Cambio de Michoacán, 10 de septiembre 2014).

Otros heridos manifestaron que no ha sido posible extraerles todas las esquirlas del cuerpo. Hay varios que están a la espera de prótesis. En cierta medida, seis años después las granadas lanzadas en Morelia siguen vivas.

Geografía de la esquirla

De 2007 a la fecha, en paralelo a la llegada de más y más armamento pesado a manos de los cárteles de la droga, México se hizo víctima de esquirlas y granadas. Han sido golpeadas tanto las fuerzas de seguridad como civiles. El Ejército es la institución más afectada; tiene registros de ataques en al menos 17 estados del país desde ese año.

Desde entonces y a un ritmo creciente, explosivos antipersonales han reforzado los arsenales de Los Zetas, el cártel del Golfo y de Sinaloa. Estas armas sirvieron a La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios para emboscar a la Policía Federal en varias ocasiones. Antes de ser abatido, precisamente, con una granada de fragmentación, Arturo Beltrán Leyva lanzó varias a los marinos que lo enfrentaban.

Como en las estadísticas, la violencia de la expansión de las granadas de fragmentación en el país se refleja también en el lenguaje. En México, la palabra granadazo entró al léxico popular con la fuerza destructiva de un explosivo. Es un mexicanismo que, según Google, antes de 2008 no existía. Desde entonces no deja de aparecer en sus buscadores, en especial en Tamaulipas, Jalisco y Nuevo León, las tres entidades en donde más búsquedas se hacen sobre el terminajo.

¿Qué tan diseminadas están las granadas de fragmentación? Autoridades federales han decomisado desde 2006 un total de 27 mil 700 por todo el país. Es el equivalente a ocho granadas cada día durante ocho años consecutivos. Pero aun cuando impresionante, la anterior es una cifra negra limitada. Por cada explosivo que es desactivado o detonado por los escuadrones antibomba, queda la incógnita de las miles que permanecen en manos criminales. No hay forma de calcular cuántas granadas más siguen ahí, afuera, a la espera de detonar en un accidente, ataque o enfrentamiento.

Sin embargo, las decomisadas no son las únicas granadas de fragmentación que hay en las calles de México. A esas se suman las de otros dos conceptos: las que se reparten con cada vez mayor frecuencia a las policías estatales y las entregadas voluntariamente, aquellas que son rendidas por civiles todos los años como parte de los programas de canje de armas y despistolización del Ejército.

En el caso de las segundas, de las que son entregadas voluntariamente ante las autoridades, ¿cómo llegaron a manos de ciudadanos estos explosivos, que no pueden comprarse en ninguna tienda de armas en el mundo legalmente? La Secretaría de la Defensa Nacional no pregunta: esa es la promesa y premisa del programa.

Lo cierto es que las personas con este tipo de artefactos se presentan frecuentemente en los puestos de canje. En el Estado de México se entregaron 800 entre 2012 y 2014. En el Distrito Federal, la Secretaría de Seguridad Pública recibió mil 373 solo en este año. Hay en todas las delegaciones: en Gustavo Madero se recibieron 90 en la tercera fase del programa de desarme, que duró solo unos meses. El puesto en Miguel Hidalgo reportó 60 en ese lapso. Los de Iztacalco, Iztapalapa y Xochimilco, 40.

En el resto de los estados es lo mismo. En los puestos sinaloenses se entregaron cerca de 200 granadas de fragmentación entre 2013 y 2014. En los de Coahuila aparecieron 13 de junio a octubre de este año. En Chiapas, que por su cercanía con Centroamérica y los mal asegurados arsenales de sus ejércitos es la puerta de entrada grande de estos explosivos a México, se entregaron 114.

Simbólicamente, en Nuevo León, uno de los estados más golpeados por el uso y predominio de esta arma —han sido atacados negocios, edificios públicos, plazas y fuerzas de seguridad—, el gobierno estatal decidió pagar de 100 a 500 pesos por cada granada que sea cedida por la ciudadanía.

Padre Goyo pedirá apoyo a AI para liberar a Hipólito

Posted: 04 Jan 2015 05:36 PM PST

El padre Gregorio López anunció que recurrirá a Amnistía Internacional para trabajar en la liberación de los ex autodefensas presos.

Entre ellos Hipólito Mora, quien este sábado un juez le dictó formal prisión por homicidio calificado de 10 personas.Los ex autodefensas están presos siendo inocentes y su único delito es enfrentarse a la delincuencia ante la omisión del gobierno, dijo el padre Goyo en su visita al Cereso de Morelia.

 Francisco J. Mújica, donde se encontró con ex autodefensas presos. Afirmó que si el gobierno no actúa de manera inmediata le pasarán directamente la factura al Partido Revolucionario Institucional en las próximas elecciones, institución a la que dijo no debe ilusionarse con ganar los próximos comicios.

El padre Goyo anunció que visitaría, con gente del denominado grupo Consejo Ciudadano Responsable de Impulsar un Sano Tejido del Orden Social (CCRISTOS), el Cereso David Franco Rodríguez, donde están recluidos 37 ex autodefensas, por lo que al menos 100 policías de la Fuerza Ciudadana resguardan las inmediaciones del penal.

A bordo de dos vehículos antimotines -de gran capacidad de transporte- cuatro camionetas pick up y un auto, los elementos fuertemente armados llegaron antes de las 14:00 horas a las afueras del penal.
El 16 de diciembre hubo una balacera entre los grupos de Hipólito Mora y Luis Antonio Torres, "El Americano", en la comunidad de La Ruana, en el municipio michoacano de Buenavista, la cual dejó 11 muertos. by quadratin

La ultima Navidad de "El Chino Antrax"

Posted: 04 Jan 2015 09:11 AM PST

Mañana 30 de diciembre hace un año que fue detenido en Holanda Rodrigo Aréchiga Gamboa conocido como El Chino Ántrax y quien fuera el fundador de una célula de sicarios denominados Los Ántrax y quienes se encargaban de la seguridad de la familia Zambada.

Sus fiestas y su ultima navidad excéntrica, con conjuntos grupéros en vivo tocando en privado, su ropa de marca en color rojo y lujos a su al rededor y en seguida una fiesta fue al parecer su ultima navidad en compañia de su gente y bellas mujeres.

La fiesta en compañia de su afamado grupo de sicarios y su mano derecha el Chango Ántrax (6), compartiendo regalos y una de sus únicas entrevistas que brindo en un elegante restaurante llamado el cayenna en Culiacán no imagino que 5 días despues en un viaje a Holanda.

Seria el ultimo que realizaria ya que fue detenido por las autoridades holandesas en una solicitud del gobierno estadounidense ahora preso en el pais vecino.





Ahora permanece en prisión en estados unidos.

José Rodrigo Aréchiga Gamboa, El Chino Ántrax, fue uno de los fundadores de cártel Virus Ántrax, organización adscrita al cártel del Pacífico, de Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, que opera básicamente en Culiacán.

Quienes lo conocieron lo recuerdan como un joven obsesionado por el ejercicio, principalmente por dedicarle muchas horas al gimnasio, que evidenciaba una obsesión por las pesas.

Las autoridades de procuración de justicia sospecharon vínculos de esta organización en la limpia de presuntos robacarros que ocurrieron de 2008 a 2010 en ciudades como Culiacán, lugar donde operaba Aréchiga Gamboa.

Al hombre de 33 años le gusta la ropa de marcas exclusivas y viajar a Europa; presume amistades de la socialité, como la foto de su cuenta de Instagram con la empresaria y modelo Paris Hilton.

Así lo describen los corridos interpretados por grupos norteños como Colmillo Norteño, Los Hijos de Barrón y Nuevos Rebeldes, en honor a unos de los fundadores del cártel de El Mayo Zambada.

Nuevas Fotos de sicarios del Cartel del Golfo (CDG) en Tamaulipas

Posted: 04 Jan 2015 09:13 AM PST

El Blog del Narco presenta Fotos de sicarios del Cartel del Golfo CDG en Tamaulipas donde se ven portando armas de alto poder asi como algunas camionetas blindadas.
Que usan en los enfrentamientos, la mayoria son jovenes que no superan los 25 años y visten ropa tipo militar asi como chalecos antibalas también en las fotos del golfo hay algunas mujeres sicarias quienes presumen sus actividades dentro de la mafia.

Fotos cortesía de las paginas @Equipo del Golfo @LMV MT CDG @CDG Tamaulipas Mx @Linea del Golfo

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Ejecutan a ex reportera de Televisa y a su esposo, en Tepic

Posted: 04 Jan 2015 08:52 AM PST

Fueron encontrados sin vida junto con restos óseos de otras dos personas desconocidas, Jazmín Martínez Sánchez.

Ex reportera de Televisa Tepic y su esposo Alejandro Ramírez Topete, en Ixtlán del Río, en el sur de Nayarit. Presuntamente fueron asesinados cuando se trasladaban a la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Informó la Fiscalía General de Nayarit, tras ser víctimas de un secuestro. La dependencia agregó que varias personas están detenidas bajo investigación, relacionadas con estos hechos.

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