Apenas una semana después de que Vicente Zambada   Niebla se declarara culpable y accediera a testificar contra la cúpula del Cártel   de Sinaloa, el Distrito Norte de Illinois presentó nuevas acusaciones contra   Ismael Zambada García, Joaquín el Chapo Guzmán, Jesús Alfredo Guzmán Salazar,   Heriberto Zazueta Godoy y Edgar Manuel Valencia Ortega. 
 
 Estos nuevas señalamientos están   fundamentados en información y declaraciones que recientemente hiciera el   Vicentillo ante fiscales del Departamento de Justicia (USDOJ), con quienes incluso   está dispuesto a carearse para testificar contra todos ellos, según un acuerdo   hecho con autoridades estadunidenses. 
 
  Estas acusaciones, anexadas al expediente 1-09-CR-00383,   reforzarían el argumento del USDOJ para solicitar la pronta extradición del Chapo   Guzmán, pero también fortalecería la caza en contra del Mayo Zambada y Guzmán   Salazar, hijo del Chapo.
 
 "Pero no sólo se utilizarían detalles y testimonios otorgados por   Zambada Niebla para encarar y castigar a esas personas con todo el peso de la ley,   también se utilizarán testimonios de los hermanos Pedro y Margarito Flores, de   Manuel Fernández, Germán Olivares, y otros, y así reforzar el expediente contra   esos individuos", se lee en el documento. 
 
 Estas observaciones serán reforzadas por la reciente aceptación de   culpa que hiciera Alfredo Vázquez Hernández, quien era considerado hasta antes de   su arresto, como el principal puente entre el Cártel de Sinaloa y sus   distribuidores en Estados Unidos. 
 
 Apenas en marzo, Vázquez Hernández se habría declarado inocente, pero   tras llegar a un acuerdo con fiscales estadounidenses, decidió cambiar su   declaración a cambio de una sentencia menor, además de testificar en contra de la   cúpula de Cártel de Sinaloa, tanto con quienes se encuentran libres, como los que   ya están presos. 
 
 Cooperar: la nueva moda 
 
 Primero fue Héctor el Güero Palma. Luego el JT. El mismo Vicentillo,   que tras declararse inocente por tráfico de drogas, y declarar la guerra al   sistema judicial estadunidense, decidió mejor retractarse y declararse culpable,   aunque ello significara testificar contra su propio padre, en caso de ser   necesario. 
 
 A   mediados de marzo, apenas un mes después del arresto del Chapo Guzmán, Vázquez   Hernández accedió a cooperar con fiscales estadunidenses y entonces se declaró   culpable, pero ese mismo día cambió su declaración. 
 
 Paul Brayman, abogado de Vázquez   Hernández, dijo entonces al juez Rubén Castillo que su defendido temía por su vida   y la de sus familiares en México, aclarando que nunca testificaría en contra del   Chapo. 
 
 "Los   aceptación de culpabilidad de Vázquez Hernández vendrá a robustecer los cargos que   hay en contra de varios integrantes del Cártel de Sinaloa", dijeron fuentes del   Departamento de Justicia de Estados Unidos. 
 
 Y no obstante, lo que realmente parece pesará más en caso de un careo   en cárceles estadounidenses, será el acuerdo hecho por el Vicentillo y la fiscalía   del Distrito Norte de Illinois, que según consta en el expediente 1-09-CR-00383,   afirma que Ismael Zambada García y Joaquín el Chapo Guzmán serían los principales   importadores de droga a Estados Unidos, de países como Colombia, Perú, Bolivia,   Panamá, Venezuela, Costa Rica, Honduras y México. 
 
 Ambos acusados, observa el expediente,   son líderes del Cártel de Sinaloa, y no sólo coordinaban el trasiego de droga a   Estados Unidos, sino que también garantizaban el pago de dinero por la venta de la   droga, mismo que era regresado a México, particularmente a Culiacán, Sinaloa, pero   también a otros estados del país. 
 
 Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del Chapo Guzmán, era el   coordinador de logística para el trasiego de droga y trabajaba para su padre, pero   también para el Mayo Zambada, garantizando que grandes cantidades de cocaína y   heroína llegaran a su destino. 
 
 El encargado de negociar precios era Heriberto Zazueta Godoy, alias   el Capi Beto, quien además era quien "cobraba" la entrega de la droga. Edgar   Manuel Valencia Ortega, otro de los acusados, era el encargado de "lavar" el   dinero que provenía de Estados Unidos. 
 
 La forma en que movían la droga esos "coordinadores", era mediante   barcos, trailers, aviones, submarinos, lanchas, trenes, autos, túneles, etcétera,   y eran llevadas a casas de seguridad y almacenes localizados en Culiacán, Tijuana   y Mexicali, principalmente. 
 
 "Estas personas tenían una red de comunicación muy efectiva vía   satelital, telefonía celular, mensajes de texto, correos electrónicos, y hasta por   redes sociales, esto para monitorear por donde iba pasando la droga", se lee en el   documento. 
 
 "Resultaba más difícil aún descifrar algunos mensajes entre la cúpula   del cártel de Sinaloa porque sus líderes se comunicaban en códigos, y era algo que   cambiaban constantemente para evitar ser interpretados, ya sea por la justicia o   por sus enemigos", explica el expediente. 
 
 Y agrega: Una vez que la droga era cruzada a Estados Unidos por   ciudades fronterizas como Tijuana y Mexicali, era entonces llevada en trailers a   Los Ángeles, Detroit, Cincinnati, Filadelfia, Washington, Chicago, Milwaukee,   Vancouver Canadá, así como a otros lugares de Estados Unidos y   Canadá. 
 
 "Para   cobrar el dinero, el Cártel de Sinaloa se valía de varios medios, entre ellos   transferencias bancarias, depósitos, casas de cambio, pero además regresan el   dinero a Sinaloa en helicópteros, carros, aviones, incluso, en los mismos trailers   en que transportaban la droga". 
 
 Intimidación: el arma letal del cártel 
 
 Debido a que las cantidades de dinero   que manejaba el Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán y del Mayo Zambada eran de   hasta decenas de millones de dólares, la organización protegía su mercancía, y   para ello era necesario repartir millones de dólares a funcionarios y jefes   policiacos. Pero también debían protegerse de sus enemigos, principalmente de la   organización de los hermanos Beltrán Leyva. 
 
 El Cártel de Sinaloa tiene varios niveles dentro de su organigrama, y   en el referido a la seguridad no sólo significa proteger a sus líderes y a la   mercancía, también garantizar los pagos en tiempo y que sus integrantes no se   involucren con sus enemigos, y para ello ejercían la violencia y la intimidación;   esta es una fracción muy activa dentro de la organización. 
 
 Para ello constantemente se estaban   armando, incluso, se llegó a discutir el ataque contra edificios mexicanos y de   Estados Unidos, todo en respuesta al arresto del Rey Zambada, hermano del Mayo   Zambada, todo esto con el objeto de que las autoridades responsabilizaran a Arturo   Beltrán Leyva, ex socio de la organización. 
 
 La batalla que inicia 
 
 Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, una vez que el   Chapo sea extraditado, primero será llevado al Distrito Norte de Illinois, donde   le caería "todo el peso de la ley", principalmente por sus acusaciones en Chicago,   donde es considerado "Enemigo Público número 1". 
 
 Pero el mismo destino le espera al   Mayo Zambada, que de ser arrestado y extraditado sería careado con su propio hijo,   debido al compromiso que tiene con el gobierno de Estados Unidos. 
 
 En la cacería del Mayo y el hijo del   Chapo participan actualmente agentes de la DEA, de ICE, US Marshalls, y del ATF.   El Chapo Guzmán actualmente se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad   del Altiplano, en el estado de México, luego de ser arrestado el pasado 22 de   febrero en Mazatlán. 
 
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